WhatsApp forma parte de Facebook y, por lo tanto, ahora cambia sus términos y condiciones de uso con el objetivo de mejorar la transferencia de datos entre ambas plataformas pero, ¿es legal lo que nos pide que aceptemos? En caso de no aceptar sus condiciones, ¿nos podemos quedar sin WhatsApp?
“Por favor, acepta los términos y la política de privacidad antes del 26 de septiembre de 2016 para continuar usando WhatsApp”. Este fue el texto que han estado recibiendo los usuarios del sistema de mensajería durante los últimos meses. A simple vista, si cualquier persona lee eso en la pantalla de su móvil, lo primero que piensa es que si no aceptas los términos y la política de privacidad antes del día 26 de septiembre, no podrás continuar usando la aplicación. Y sí, justamente ha sido así, o aceptas o no vas a seguir usando WhatsApp.
Primero hay que plantearse que, como ya hemos mencionado antes, WhatsApp pertenece a Facebook y es lógico pensar que quieran vincular ambas plataformas para sacarles rentabilidad. Si nos planteamos el modelo de negocio de Facebook, no deja de ser una empresa que vive de la publicidad. Es decir, de que otras empresas hagan publicidad en su plataforma y de la segmentación tan brutal que es capaz de realizar como red social.
Evidentemente, no es lo mismo publicar un anuncio de coches en un periódico generalista donde lo verán muchas personas, que en una revista especializada en coches, que lo verá gente interesada en los coches. ¿Qué es lo que prima en el mundo del marketing? ¿La calidad o la cantidad? Es cierto que depende de quién ponga el anuncio y de cómo quiera venderlo, pero lo más probable, es que el anuncio más efectivo para el fabricante de un coche sea el de la revista especializada, porque ahí acuden sus clientes potenciales. Facebook ha logrado llevar esto al extremo, llegando al punto de estudiar cada perfil de usuario para ofrecerle solo aquello que le interesa.
Sinceramente, si lo valoramos de esta manera, a mí – como usuaria – me merece la pena descartar la morralla y quedarme solo con anuncios que me interesan. De hecho, hasta me paro a verlos, cosa que antes no hacía. También es verdad, que el método que utilizan para hacer la segmentación, no agrada a casi nadie. Es cierto que revisan nuestros datos, los almacenan en servidores que, habitualmente están fuera de Europa y luego los utilizan para comprobar lo que nos gusta y lo que no. Los europeos, además, nos lo tomamos peor que el resto de los usuarios de Facebook de otros países, porque para nosotros nuestros datos personales son un Derecho Fundamental y están protegidos como tal. Así que, desde que apareció el mensaje de WhatsApp en nuestras pantallas, se generó el debate.
No queremos ceder nuestros datos, pero queremos seguir usando WhatsApp
Aquí comienza la lucha interna del ser humano entre la realidad y lo que quiere.
He escuchado a un montón de usuarios – de mi ámbito personal cercano – indignarse con WhatsApp porque va a ceder sus datos a Facebook, sin siquiera molestarse – en muchos casos – en entrar en los ajustes de dicha aplicación a investigar si se podía hacer algo para remediarlo. Y sí, se pudo hasta el pasado martes 26 de septiembre. WhatsApp permitía a los usuarios que aceptaban sus términos y condiciones, cancelar la vinculación de sus datos con Facebook en 30 días tras haber aceptado sus nuevas condiciones. Al parecer, esta opción ya no está disponible.
El problema real es que todos los que se indignaban con WhatsApp, no querían dejar de utilizarlo. Lo más lógico es que, si te molesta que WhatsApp cambie sus términos y su política de privacidad, dejes de usarlo. Hay varias plataformas de mensajería que se pueden utilizar en lugar de esta, por ejemplo, su competencia directa: Telegram. Sin embargo, si quieres seguir usando WhatsApp tendrás que acatar sus normas. Es así de simple. Ahora bien… ¿son legales dichas normas?
La actualización de los términos de WhatsApp
Para acceder a la información legal debes dirigirte a los ajustes Configuración> Ayuda> Términos y privacidad. Ahí se explica con todo lujo de detalles en lo que va a consistir esta actualización de los términos. De hecho, la información legal de la aplicación comienza con las actualizaciones que se han realizado sobre las bases generales que ya habíamos aceptado. Estas, son las siguientes:
- Información más fácil de comprender
- Nos unimos a Facebook en 2014
- Tus mensajes te pertenecen y nosotros no podemos leerlos
- Cero anuncios bannner de terceros
- Nuevas maneras de usar WhatsApp
- Tus opciones
Para comenzar, te explican que han tratado de aclarar los términos lo máximo posible para que sean totalmente comprensibles y comienzan hablando de su relación con Facebook que data 2014. Según la aplicación, esta relación entre ambas plataformas, supone una mejora en la prestación de servicios para los usuarios ya que nos pueden ofrecer productos y publicidades más relevantes según nuestros gustos y trata de evitar mensajes invasivos de otras aplicaciones de la «familia de empresas». Ahora bien, podrás o no estar de acuerdo con que lleven esto a cabo, pero a continuación figura, textualmente, lo siguiente: «Nada de lo que compartes en WhatsApp – incluyendo tus mensajes, fotos, e información de perfil – será compartido en Facebook, o en alguna de las aplicaciones que pertenecen a la familia de Facebook, para que otros los vean. De la misma manera, lo que tú publiques en esas aplicaciones no será compartido en WhatsApp para que otros lo vean».
En cuanto a contenidos está claro que no habrá vinculación posible, es decir, que lo que nosotros publiquemos en WhatsApp no podrá aparecer en Facebook y viceversa.
Tampoco pueden leer nuestros mensajes si están cifrados de extremo a extremo, ni guardarlos una vez sean entregados. Lo que sí pueden hacer y, de hecho, lo hacían antes de esta actualización, es guardar los mensajes que no han sido entregados (pero solo los guardan durante un mes).
Lo de cero anuncios o banners de terceros se lo han tomado a rajatabla. Esto es lo que pone en los términos legales de la aplicación con respecto a este punto: «No permitimos publicidad por parte de terceros en WhatsApp».
Hasta aquí todo parece bastante normal, de hecho no hace nada que pueda ir en contra de la protección de datos. Sin embargo, los siguientes puntos hay que analizarlos un poco más en profundidad.
Nuevas maneras de usar WhatsApp
Este punto es, en realidad, el que está generando mayor debate. WhatsApp pretende meter la cabeza en el sector de la mercadotecnia y dejar de ser solo una simple aplicación de mensajería instantánea.
«Exploraremos maneras para que tú y diferentes comercios puedan comunicarse usando WhatsApp, por ejemplo con información de pedidos, transacciones y citas; notificaciones de entrega y envío; actualizaciones de producto y servicio; y mercadotecnia en general. Por ejemplo, puedes recibir información sobre el estado de un vuelo para un viaje próximo, un recibo de algo que compraste o una notificación sobre la fecha de una entrega. Los mensajes de mercadotecnia podrían incluir una oferta de algo que quizás te interese. No queremos que recibas mensajes no solicitados, es por eso que, al igual que con todos tus mensajes, puedes administrar estas comunicaciones y respetaremos las opciones que elijas».
Si lo pensamos con calma, ningún comercio al que no le facilitemos nuestro número de móvil puede ponerse en contacto con nosotros a través de WhatsApp. Si por el contrario decidimos facilitar el número de teléfono, porque no nos dejen otra opción para realizar un pedido o comprar un producto, estamos accediendo a que nos envíen la información correspondiente a nuestra compra y, ahora sí, ofertas relacionadas con esta. Esto puede suponer un engorro porque bastante SPAM recibimos ya en nuestros correos electrónicos que, hasta el momento, se han estado usando precisamente para este tipo de informaciones. Por eso, nos llama la atención la frase final del párrafo anterior: «No queremos que recibas mensajes no solicitados, es por eso que, al igual que con todos tus mensajes, puedes administrar estas comunicaciones y respetaremos las opciones que elijas». Si esto es cierto, no tendríamos problemas a la hora de decidir de quién queremos recibir información o qué tipo de información recibir.
Ahora bien, lo que hace falta es que la decisión de administrar las comunicaciones no sea de carácter temporal como ha sucedido con la vinculación con Facebook. Es precisamente el punto de Tus opciones, el que más puede llegar a molestar a los usuarios. El equipo de la aplicación solo dejaba un margen de 30 días – desde que aceptábamos los nuevos términos – para desmarcar la casilla que, automáticamente, confirmaba que cedíamos nuestros datos a Facebook.
¿Qué datos cedemos?
Ya hemos visto que nuestras conversaciones no pueden leerlas ni almacenarlas, lo que nos lleva a plantearnos que de ahí no pueden sacar ningún tipo de datos. Pero lo que WhatsApp siempre ha podido guardar – mucho antes de esta actualización – y, seguramente, sea lo que comparta con Facebook, son los siguientes datos: foto de perfil, estado, número de teléfono, nombre asociado y todos tus contactos de la libreta (aunque no tengan la aplicación). WhatsApp entiende que estás autorizado a compartir esos datos y se los aportamos a la aplicación, voluntariamente, al registrarnos. En caso de que no tuviésemos WhatsApp, pero lo tuviese cualquiera de nuestros familiares y en su libreta se encontrase nuestro número de teléfono, la aplicación tendría acceso a él (evidentemente no tendría acceso ni a nuestra libreta de contacto, ni a nuestra foto de perfil, ni al nombre asociado, ni a nuestro estado porque no tendríamos perfil).
Además, con solo descargar la aplicación estamos autorizando lo siguiente:
«Podemos recopilar, usar, conservar y compartir tu información si consideramos de buena fe que es razonablemente necesario para: (a) responder de acuerdo con las leyes o normas, procesos legales o solicitudes gubernamentales aplicables; (b) exigir el cumplimiento de nuestros Términos o cualquier otro término y política aplicable, incluso para investigaciones de infracciones potenciales; (c) detectar, investigar, impedir y abordar fraudes y otras actividades ilegales o problemas técnicos o de seguridad; o (d) proteger los derechos, la propiedad y la seguridad de nuestros usuarios, WhatsApp, la familia de empresas de Facebook u otros».
¿Pueden nuestros datos salir de la UE?
Como Derecho Fundamental no, al menos desde que el año pasado el acuerdo de Puerto Seguro entre la UE y los EEUU fue cancelado. Sin embargo, otra de las cosas que autorizamos con tan solo instalar la App es lo que se especifica en el párrafo de Nuestras operaciones globales:
«Aceptas nuestras prácticas de información, que incluyen la recopilación, el uso, el procesamiento y el uso compartido de tu información, tal como se describe en esta Política de privacidad, así como la transferencia y el procesamiento de tu información en los Estados Unidos y otros países de manera global donde tenemos o usamos instalaciones, proveedores de servicios o socios, independientemente de dónde usas nuestros Servicios. Reconoces que las leyes, disposiciones y normas del país en el que se almacena o procesa tu información pueden ser diferentes de aquellas que rigen en tu propio país«.
En realidad y conforme a lo establecido en la LOPD no es legal, pero tú mismo lo has autorizado al aceptar los términos y condiciones de la aplicación cuando te la descargaste y la instalaste en tu teléfono. Y sí, además, WhatsApp se guarda un As en la manga, porque dentro de sus términos y condiciones, te advierte que puede actualizarlos cuando y como quiera. Esta política puede no gustarte y puedes tratar de acudir a los tribunales como hizo Maximillian Schrems en 2008 contra Facebook por enviar sus datos fuera de la UE. Sin embargo, no se puede negar que las intenciones quedan muy claras en la información legal de la aplicación y, por tanto, si no quieres que esto suceda lo mejor es dejar de utilizarla y pasarte a otra con unos términos legales que se adapten a Europa.