Mientras que hace años, hablar un segundo idioma (principalmente inglés), suponía una clara ventaja tanto a la hora de acceder al mercado laboral, como de cara al desarrollo profesional dentro de las empresas, actualmente ha pasado a ser un requisito indispensable a todos los niveles.
Dominar un idioma ya no es sólo cosa de cargos directivos, porque ahora también en trabajos de menor responsabilidad éstos juegan un papel fundamental. Es difícil encontrar ofertas de empleo que no los exijan como requisito necesario, o promociones internas donde no sea imprescindible manejarse con soltura en inglés, pero atención, porque hay otros idiomas que en los últimos tiempos están posicionándose con fuerza en el terreno profesional. Los tiempos han cambiado y tenemos que adaptarnos a ellos.
¿Cuáles han sido los factores que, realmente, han impulsado este cambio? Por un lado, las empresas nacionales se han visto en la necesidad de buscar oportunidades fuera de nuestras fronteras a raíz de la globalización y de la dura crisis económica que ha vivido nuestro país. Así, con la excepción de los profesionales independientes que se mueven dentro de un mercado doméstico, lo más probable es encontrar situaciones en las que el trabajador pertenezca a una empresa española con actividad exportadora y por lo tanto necesite idiomas para negociar acuerdos con clientes internacionales, o que pertenezca a una multinacional en la que deba reportar a superiores en otro idioma (habitualmente inglés) o, por último, que esté enclavado en un sector en el que seminarios, conferencias y grupos de trabajo se realizan en inglés (u otro idioma).
Sin duda, ambos elementos han provocado un aumento del interés por el aprendizaje del idioma en las empresas y también una “sofisticación de la oferta”, obligando a los departamentos de formación a exigir un seguimiento aún mayor de la consecución de objetivos y la rentabilidad de la inversión.
Por otro lado, las empresas han pasado a convertirse en ecosistemas multiculturales, con equipos formados por profesionales de diferentes nacionalidades. Este hecho, impulsa la necesidad de aprender otros idiomas, en primer lugar, porque a la hora de optar a un puesto de trabajo, directamente se pasa a competir con personas de todo el mundo y además, porque en muchos casos, los profesionales se ven con la necesidad de salir de nuestro país para poder desarrollarse profesionalmente e, incluso, por la necesidad de la empresa de expandirse en el mercado internacional.
Mientras todo esto ha evolucionado mucho en los últimos años, hay algo que se sigue manteniendo prácticamente igual y es el hecho de que el inglés sigue siendo el idioma más demandado, estando consolidado como el idioma de los negocios por excelencia. No obstante, debido a las relaciones comerciales de empresas españolas en diferentes áreas geográficas, otros idiomas han cobrado cierto protagonismo. Algunos de los ejemplos más claros son el caso del portugués brasileño, el chino mandarín o el árabe.
Entonces, ¿son los idiomas una opción o una necesidad? Como habrás podido comprobar, se han convertido en una absoluta necesidad. Según un estudio reciente realizado por el CIS, el 95% de la población está al tanto de que conocer una lengua extranjera tiene una importancia capital. Sin embargo, lamentablemente, sólo un 61,2% de los españoles la estudia porque es consciente de que la necesita para su trabajo. Hay que ser sensatos y prestar atención: nuestro futuro profesional depende de los idiomas y no podemos dejar de darles el valor que merecen.
Aunque los sectores donde más se demanda el conocimiento de un segundo e, incluso, tercer idioma son el de marketing, el sector financiero, las ingenieras, la banca o las nuevas tecnologías; hoy, la mayoría de los empleos los exigen y serán la clave fundamental a la hora de aumentar las posibilidades de acceder a un puesto de trabajo.
Llegados a este momento y una vez hemos concluido que los idiomas representan un punto de arranque indispensable en cualquier carrera profesional y sabiendo que todos los estudios indican que nos queda mucho camino por recorrer, ¿qué opciones tenemos o qué opciones tienen aquellas empresas que se dan cuenta ahora de la necesidad de que sus empleados dominen un segundo idioma?
La formación de idiomas a empresas y profesionales se está convirtiendo en una demanda común en distintos sectores y, por suerte, hay consultoras educativas especializadas en ello que pueden ofrecer este tipo de formación, en un periodo relativamente corto de tiempo, a los empleados de las mismas. Clases in-company, donde el profesor se traslada a las oficinas para impartir sus clases, cursos de inmersión lingüística o, incluso, clases on line o telefónicas, adaptadas 100% a los nuevos estilos de vida, se han convertido en la solución perfecta para atajar el problema al que se enfrentan muchas compañías y sus trabajadores. Asesores educativos y profesores altamente cualificados podrán ayudar a los empleados a dominar otro idioma en el mundo de los negocios.
Sin duda, dominar un segundo idioma es imprescindible. Los idiomas se han convertido en nuestro mejor aliado en el área laboral y debemos entender que sobran los motivos para que sean una pieza fundamental de nuestro enriquecimiento profesional. Sin ellos, estamos perdidos.