No resulta fácil para muchas empresas o profesionales elegir el nombre de dominio para su actividad en Internet. Las opciones son tantas (y las necesidades de cada negocio tan variadas) que, elegir la denominación con las que definiremos nuestra presencia web, no es una decisión que debamos tomar sin reflexionar. Al fin y al cabo, el nombre de dominio es lo primero que verán internautas y clientes cuando tecleen nuestra dirección en su navegador o nos manden un correo electrónico.
Así pues, ¿cómo elijo mi nombre de dominio? Lo mejor es no tomar una decisión precipitada y, antes de decidir, responder a estas preguntas clave sobre nosotros mismos, nuestro negocio y nuestros objetivos en Internet:
¿Coinciden empresa y dominio?
Si tienes una marca registrada, úsala. Tenemos que ser conscientes de que el nombre que elijamos será aquel con el que los usuarios identificarán nuestra compañía en Internet. Un dominio se convierte inmediatamente en lo más parecido a nuestra marca digital. Por eso, es importante hacer coincidir, en la medida de lo posible, el nombre de la empresa con el dominio que elijamos.
¿Has pensado en utilizar los nuevos dominios?
Si vemos que nuestra primera opción no está disponible en las extensiones más habituales en España (.com, .es), siempre podemos optar por los nuevos dominios. Entre las nuevas terminaciones que están llegando al mercado, encontraremos un amplio abanico de opciones según la actividad (.tienda, .marketing…), ámbito de actuación (.barcelona, .gal…) y también extensiones genéricas (.online, .digital…).
Cada vez son más las nuevas terminaciones disponibles y, gracias a ellas, no sólo mejorarán las posibilidades de que el nombre que quieres esté disponible. Además, definirás perfectamente el sector en el que te mueves y cuáles son tus servicios y mercados. Y, por si fuera poco, contribuirán a mejorar el posicionamiento de la página web en buscadores.
¿Quién eres?, ¿qué haces?, ¿de dónde eres?
Sin caer en el exceso, es importante que los nombres de dominio representen, de forma clara, los servicios o productos que ofrece nuestra empresa. Un dominio que incluya directamente el sector en el que trabajamos, los servicios que proporcionamos o la localidad o región en la que operamos, puede ser una excelente opción. De este modo, el usuario tendrá claro qué puede esperar de nosotros. De nuevo, aquí podremos optar por utilizar una de las nuevas extensiones si nuestra primera opción ya está registrada.
¿Es fácil de recordar, pronunciar y deletrear?
Siempre es más sencillo acordarse de palabras con significado. En caso de usar palabras que carezcan del mismo, buscaremos siempre nombres fáciles de pronunciar en nuestro idioma, evitemos unir muchas consonantes e intentemos que sean fáciles de deletrear y pronunciar. En este sentido, es recomendable evitar los guiones o números, ya que suele inducir al error a la hora de escribir. Así, evitaremos la típica pregunta: “¿El uno con número o con letra?”.
¿Cuántos caracteres utilizo?
En general, podemos registrar nombres de 3 hasta 63 caracteres y cuanto más breve sea nuestro nombre, más fácil será de recordar e induciremos a menos errores. Cualquier gran marca del mundo real no sólo es fácil de pronunciar, también suelen incluir cinco o seis caracteres como máximo. En el mundo de los dominios, también: lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Si necesitas más información sobre dominios o comprobar si el dominio que necesitas para tu negocio está disponible, puedes acceder a www.arsys.es y comprobarlo por ti mismo.