Empleados felices es igual a empleados productivos y eficientes. Y no importa el sector, la actividad o si somos una empresa grande o pequeña. Por eso, para cualquier directivo o empresario es fundamental buscar (y poner en práctica) maneras de motivar a su personal para que dé lo mejor de sí mismo y se esfuerce por realizar su trabajo lo mejor posible, por colaborar de forma proactiva y por «hacer suya» la empresa.
En una pyme no solo el clima diario resulta mucho más cercano y amable, en general, sino que también hay un mayor espacio para la comunicación entre todos los implicados, y por tanto para la creatividad y la iniciativa. Pero no todo se basa en el aspecto «humano» (aunque éste sea muy importante), el trabajador también valora otro tipo de incentivos como horario , salario o complementos. Y en un mercado con tanto movimiento como el actual, siempre está mirando, comparando y «recalculando».
Retribución flexible para la motivación del empleado
Es cierto que aún se notan los coletazos de la crisis, una época complicada para muchos empresarios, que en su momento se vieron obligados a bajar salarios, recortar gastos o incluso despedir empleados para sobrevivir. Pero vamos avanzando, la economía crece, el comercio se reactiva y aparece el optimismo. Las pymes pueden pensar que, precisamente por su tamaño y su nivel de recursos, no tienen a su alcance las herramientas de las grandes para ofrecer a sus trabajadores este otro tipo de «incentivos’»que les hagan dar un paso adelante y diferenciarse en el mercado laboral. Estamos aquí para desmentir esta afirmación.
Es verdad, también, que en la mayoría de los casos seguirá siendo difícil para estas pequeñas empresas subir los salarios u ofrecer compensaciones (como coches de empresa o bonus) que sí pueden estar al alcance de las grandes. Pero hay otras opciones. Una de ellas, muy valorada por los trabajadores, puede ser la posibilidad de ofrecerles planes de retribución flexible que les permitan incrementar su poder adquisitivo sin elevar los costes de la compañía ni tener que subir los sueldos de forma efectiva pero que, sin embargo, pueden hacer «ganar» dinero a los empleados.
¿De qué estamos hablando? Se trata de una fórmula legal para que los trabajadores puedan abonar determinados productos o servicios (comidas, guardería, transporte, seguro médico, formación, planes de pensiones, etc.) descontándoselos directamente cada mes del bruto de su nómina -no confundamos con el llamado «beneficio social», que en este caso serían complementos al sueldo en forma de servicios o bienes y de los que la empresa asume todo el coste, en este caso suelen ser prácticas generales e iguales para todos los trabajadores. La retribución flexible no incrementa el sueldo del trabajador, pero sí le beneficia en cuanto a fiscalidad (les reporta un ahorro directo equivalente al porcentaje de IRPF aplicable, y puede traducirse en un importe similar a una subida salarial de hasta un 15%), y les permite adaptar la cantidad (hasta un máximo del 30% del salario bruto) según sus necesidades personales.
Así, por ejemplo, una persona con un salario anual de 30.000 euros brutos podría aumentar sus ingresos netos anuales en más de 2.300 euros, mientras que si la empresa quisiera subirle el sueldo en esa misma proporción tendría que asumir un coste de 4.500 euros (incluidos todos los costes salariales).
En España este tipo de fórmulas no tienen muchos adeptos, pero eso no quiere decir que no tengan éxito cuando realmente se implantan de forma correcta y se comunican sus ventajas a los empleados. A priori puede parecer un proceso de gestión complicado y farragoso, ya que la empresa debe aplicar la retención de IRPF que corresponda en cada caso y cotizar según el salario del empleado. Y más si tenemos en cuenta que muchas pymes no disponen de un departamento financiero o de recursos humanos especializado en este tipo de prácticas. Pero como en muchos otros aspectos de la empresa, hoy día, la tecnología está a nuestro servicio.
Actualmente existen herramientas de implantación sencilla que permiten gestionar de forma automatizada y digitalizada este proceso. Sea cual sea el número de empleados, con una única herramienta, y sin necesidad de formación especializada, es posible gestionar todos los tipos de beneficios distintos que pueden escoger los trabajadores. No es necesario un intermediario ni largos procesos administrativos (todo ello con su correspondiente coste).
La plataforma online de Cobee, por ejemplo, se vincula a una app y a una tarjeta VISA que recibe cada empleado para poder abonar comidas y el transporte (descontándose a final de mes del bruto de su nómina). Esta fórmula permite al usuario disfrutar de retribución flexible conforme la utiliza (sin previsiones) y cuenta con una interfaz digital que le muestra los consumos realizados y el ahorro conseguido en cada uno de ellos (equivalente al porcentaje de IRPF aplicable). Todo de forma sencilla y transparente.
El empresario, así no solo reduce de forma drástica el tiempo que le llevaría aplicar una medida de este tipo, sino que también ofrece una imagen actual y moderna al empleado, además de satisfacer sus necesidades e incrementar su felicidad en el trabajo de manera significativa.
En un mercado laboral en el que existe cada vez más movilidad de los trabajadores, retener el talento se convierte en un deber y en una necesidad para las empresas. No abordarlo de forma activa puede traerles desagradables consecuencias.
Borja Aranguren
CEO y cofundador de Cobee