La pandemia provocada por la covid-19 ha transformado la manera de hacer negocios para miles de empresas, sobre todo para las pymes. El comercio online se ha convertido en una necesidad básica para miles de pequeñas y medianas empresas, ahora que los hábitos de compra se han modificado debido al confinamiento –trabajo desde casa, incremento de horas conectados a Internet, consejos para salir lo menos posible del hogar y permanecer en lugares cerrados- y la internacionalización se está convirtiendo en una palanca de negocio sobre la que asentar estrategias de crecimiento futuro.
Siendo optimistas, desde el punto de vista empresarial, aunque muchos negocios están sufriendo las consecuencias de los confinamientos en todo el mundo, la realidad es que las organizaciones que han apostado por el mundo digital no solo han sobrevivido sino que, en muchos casos, incluso están vendiendo más que antes y se han abierto a nuevos mercados. De hecho, muchas firmas de análisis aseguran que se ha avanzado hasta diez años en las previsiones sobre la adopción de estrategias de transformación digital realizadas antes de marzo.
En cualquier caso, ahora mismo, lo que más inquieta a la mayor parte de las empresas, especialmente a las de retail, es la incertidumbre en la que vivimos y que seguiremos sufriendo a lo largo del próximo año. No sólo la de la pandemia y las diferentes medidas de confinamiento o de restricciones a la movilidad o al aforo que propongan los gobiernos, sino que también preocupa qué ocurrirá con el Brexit a partir del 1 de enero ante la incapacidad de avance en los acuerdos UE-Reino Unido, cómo afectará al negocio internacional la entrada en vigor a partir de julio de 2021 de las nuevas medidas de tratamiento de IVA del comercio electrónico, entre las que destaca que las tiendas online tienen que tributar, e incluso, cómo pueden modificarse las políticas arancelarias con el cambio de gobierno en EEUU.
La gestión de pagos y cobros será también uno de los principales desafíos a los que se enfrenten los emprendedores en el panorama internacional, en un momento en el que se espera que el gasto en plataformas de comercio online alcance los 6,5 billones de dólares en 2023. En este sentido, los vendedores online necesitan disponer del capital necesario para maximizar sus resultados y conseguir un crecimiento sostenible de su negocio, algo que no siempre encuentran.
Precisamente desde el punto de vista financiero del comercio internacional surgen una serie de desafíos que pretenden dar respuesta global al resto de inquietudes a las que se enfrentarán en los próximos meses las empresas de venta online, ya sea las que tienen una dilatada experiencia o las que han emprendido el viaje en los últimos meses:
- Terminar con las pérdidas millonarias por comisiones y conversiones: Uno de los grandes problemas de la internacionalización del comercio electrónico son las pérdidas por la doble conversión (al recibir pagos de clientes y al realizar pagos a proveedores), además de las comisiones del marketplace por llevarlas a cabo, que pueden llegar hasta el 6% del precio de cada producto. Por eso, es necesario contar con herramientas que permitan el pago en diferentes divisas sin temor a pérdidas por conversión y que estén adaptadas a las necesidades de los comercios minoristas que quieren impulsar su negocio internacional. Estas herramientas permiten a los minoristas tener un conjunto único de cuentas bancarias virtuales en cada país, de forma que se pueden realizar transferencias bancarias a cualquiera de estas cuentas con unas tasas mucho menores.
- Superar el obsoleto entorno financiero. El movimiento de efectivo es un desafío para los emprendedores en todo el mundo, pero no frena el crecimiento. El 61% de las empresas tiene dificultades habituales en el flujo de efectivo y una de cada tres empresas nuevas fracasa por falta de liquidez. Aunque la demanda de capital de las pymes ha experimentado un aumento constante, muchas aparecen como no financiables para la banca tradicional por razones no relacionadas con la solvencia, sino con los largos procesos de avales, obsoletos en un mundo como el actual. Como resultado de ello, dos tercios de las pymes tienen que presentar fondos personales y el 53% recibe menos financiación de la deseada.
- Transformar la solicitud de efectivo: adelantos frente a préstamos. Como resultado de la pandemia, muchas pymes se han visto obligadas a ajustar sus modelos de negocio. Por tanto, cobra mayor importancia un sistema más creativo e inteligente de garantías a la hora de evaluar la capacidad de una pyme para pagar un préstamo. Probablemente se mantendrá el mercado abierto para prestamistas alternativos, que han demostrado una respuesta tecnológica y financiera más avanzada para las necesidades actuales. Serán necesarias, ahora más que nunca, herramientas que permitan a las pymes resolver sus problemas de gestión de flujo de caja mediante adelantos que les ayuden a conseguir un crecimiento comercial cuando más lo necesitan. Con este nuevo modelo de financiación, que no se equipara a un préstamo bancario, porque en realidad se trata de un adelanto, todas las solicitudes aparecen como preaprobadas sin necesidad de garantías personales, verificación de crédito ni cargos ocultos. Los pagos se realizan a partir de los ingresos que recibe el comercio en su marketplace. Es decir, funciona como un adelanto de las ventas en el marketplace y con una tarifa fija única, sin comisiones y sin periodos definidos de vencimiento.
Y una vez superados los desafíos políticos –creciente legislación restrictiva debido a la covid-19, relaciones comerciales con Reino Unido y EEUU e IVA- y los retos financieros –basados sobre todo en la falta de liquidez-, llegamos al cliente, que aunque debe situarse siempre en el centro de cualquier estrategia comercial, como estamos viendo, no es el único factor a tener en cuenta.
Entre los aspectos que hay que considerar para atraer y retener al cliente cuando se pone en marcha una tienda online, sobre todo si queremos que nuestro alcance sea internacional, se encuentra el probar el customer journey con diferentes dispositivos y sistemas operativos: que el proceso de compra sea sencillo, que las búsquedas funcionen, que los productos respondan a las descripciones correctamente, que las fotos sean de calidad y que se pueda hacer zoom sobre ellas… Además, es muy importante invertir en atención al cliente, ya que está comprobado que las empresas que más lo hacen pueden contar con márgenes mayores. También, disponer de un stock suficiente como para dar respuesta rápida a las peticiones de los clientes; y de una gama de productos suficiente como para atender a sus necesidades. Finalmente, preparando la campaña de Navidad, no se puede pasar por alto el hecho de contemplar unos tiempos de entrega realistas para evitar que el cliente se sienta defraudado por fallos en las entregas como ocurrió en marzo, debido al boom inesperado de las ventas online.
James Allum
Vicepresidente de Payoneer en Europa