La pandemia de la covid-19 está suponiendo grandes pérdidas para las empresas españolas. Muchas pymes y proyectos emprendedores buscan nuevas estrategias para crecer y no estancarse debido a la crisis económica ocasionada por el coronavirus. Otras empresas no reinventan su modelo de negocio y argumentan su mala situación con excusas como: «es que no hay ayudas para el sector» o «es que cuesta mucho mantener un negocio abierto. El Gobierno te hunde a impuestos».
¿Te suenan todo este tipo de argumentos? Lo curioso del asunto es que estos profesionales se consideran realistas, ya que en parte estas afirmaciones pueden ser ciertas o puede que muestren una parte de la realidad. El hecho es que no hacen nada para cambiar su situación.
Es fundamenta saber cuál es el verdadero propósito. ¿Cuál es tu verdadera actividad? ¿Tu foco? Y que aporte algo diferente, un «valor añadido» que incluya todo el proceso, desde las materias primas en los procesos de elaboración hasta, y por supuesto, las personas que atienden a los clientes. Recuerda esta frase: ‘No temas a la competencia, teme a tu incompetencia’. Tengamos en cuenta que la productividad de una empresa depende de la base de la pirámide que la forma. La formación y las estrategias internas combaten la incompetencia en un ambiente laboral donde el problema estriba en la falta de interés por parte de los trabajadores.
Es sorprendente cómo cambian los resultados cuando percibes y te relacionas con la realidad de un modo diferente. Yo lo he vivido en primera persona. Pasé de quejarme por vender zapatos en los mercadillos a formarme en psicología para hacer lo que realmente me hacía feliz. Un día conversando en mi coche con Toni Nadal (tío y entrenador de Rafa Nadal), recuerdo algo que me dijo y que le ha repetido a su sobrino desde que era pequeño: ‘Nunca una excusa te hará ganar un partido’.
Lo llamativo de todo este asunto es que, tanto unos profesionales como otros tienen razón, ambos son realistas, los que se quejan y los que no. Pero mientras unos hacen una lectura de la realidad limitante y victimista, viviendo en AM (AmargaMente), los segundos aceptan que la realidad es la que es y tratan de jugar lo mejor posible sus cartas, buscando soluciones, viendo lo bueno de cada persona y de cada circunstancia, viviendo en FM (FelizMente). Por lo tanto, la clave del éxito está en marcar la diferencia, distinguirte de tu competencia y desplegar una actitud positiva inteligente en todo lo que hagas.
La actitud positiva inteligente es determinante para salvar obstáculos, romper barreras, eliminar prejuicios, superar conflictos, salir adelante y, en definitiva, ser más productivo. Para conseguir desarrollar una actitud positiva e inteligente en un mercado global, competitivo y volátil, debes seguir estos consejos:
- Céntrate en tu zona de influencia: Concéntrate en aquello que depende de ti. No pierdas ni tu tiempo ni atención, no te centres en aquello que está fuera de tu alcance, que desconoces y que no te va a aportar ningún tipo de rentabilidad.
- Pon tu atención en el momento presente: Para disfrutar de tu trabajo, para potenciar tu productividad debes apartar de la mente la opción de la multitarea. Practica el mindfulness que se traduce en poner los cinco sentidos en lo que estás haciendo en estos momentos.
- Entrena tu cerebro para encontrar oportunidades: En el ámbito laboral como en el personal, si buscas problemas o excusas los encontrarás. Por el contrario, si entrenas y enseñas a tu mente para encontrar oportunidades también lo conseguirás.
Autor de Despliega tu Actitud Positiva Inteligente y CEO del Instituto de Actitudes Positivas