El último estudio de SERES, en el que se analiza el uso de la factura electrónica en España, apunta al liderazgo, por segundo año consecutivo, de las pymes en el uso de las facturas digitales.
Según los datos del informe, en 2021 las pequeñas empresas registraron un dato de emisión de factura electrónica del 32,83 %. Esta cifra supone un 1,95 % menos que en el ejercicio anterior. En cuanto a la recepción de factura electrónica el porcentaje de las pequeñas compañías se sitúo por encima del 31 %, un 1,06 % menos que en 2020.
Las medianas empresas son el segundo grupo en uso de este tipo de facturas. Concretamente el porcentaje de emisión fue del 31,63 % y el de recepción de un 23,90 %. Estas compañías también han experimentado un descenso del 2,39 % y del 1,21 % en la emisión y recepción, respectivamente, de facturas digitales.
El estudio de SERES también destaca que las grandes empresas son el grupo empresarial que registró el aumento más significativo en emisión de factura electrónica el pasado año. Estas organizaciones consiguieron un dato de emisión de factura del 19,89 %, cifra que representa un crecimiento de un 4,11 % en relación a 2020.
“La factura electrónica es un elemento clave de la transformación digital y ofrece innumerables ventajas como la mejora de la gestión, derivada de una mayor agilidad, reducción de costes, automatización y transparencia”, ha comentado Alberto Redondo, director de Marketing y Mass Market de SERES. Además, tal y como ha explicado, “la factura digital abre nuevas vías a la financiación y la reducción de los periodos medios de pago y cobre”.
A pesar de todas estas ventajas, Redondo ha asegurado que “la factura electrónica es una gran desconocida para la mayor parte de empresas españolas”. Y es que, aunque su uso se incrementó casi un 30 % en 2021, “existen bastantes reticencias a la hora de implementarla”, ha señalado.