Una de las frases que más repiten los turistas cuando nos visitan es el manido “Spain is different”. Y, aunque se repita hasta la saciedad, es cierto que el sol, el clima, nuestra gastronomía y la gente son nuestros elementos diferenciadores.
Sin embargo, ese “different” forma parte de nuestra idiosincrasia y nos afecta tanto social, como económica y empresarialmente. Por ejemplo, nuestro tejido empresarial también es diferente al del resto de países. Está formado, en su mayoría, por pequeñas y medianas empresas.
De hecho, el 99.8 % de las compañías españolas son pymes. Aunque el porcentaje habla por sí solo, todavía es más elocuente cuando lo ponemos en cifras absolutas. De los 2.919.599 de empresas (activas y autónomos) que había registradas en España a principios de año, sólo 5.273 están clasificadas como gran empresa, según los datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
En el contexto económico al que nos enfrentamos, la incertidumbre es la única certidumbre. Las pymes deben estar preparadas para ser más competitivas y el primer reto que tienen que afrontar es la digitalización. El informe sobre el estado de la Digitalización de las Pymes españolas, elaborado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) con la colaboración con la Fundación COTEC, y financiado por el European Investment Advisory Hub, revela que la adopción de las tecnologías digitales es «baja» o «muy baja» en el 75 % de las pymes. Un porcentaje que supera ampliamente a la media de la Unión Europea.
El citado informe indica también que el 34 % de las pymes no tiene previsto invertir en tecnología, y que más de un tercio de sus trabajadores no tienen habilidades digitales. ¿Y qué consecuencias tiene todo esto? Aunque la digitalización es una de las bases de la política económica europea, el estudio apunta que la falta de talento especializado, junto con el desconocimiento sobre los mecanismos para poder digitalizar sus negocios y el potencial de la tecnología, son los principales frenos a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas.
Aunque para impulsar la digitalización de las empresas se han puesto en marcha iniciativas como los fondos Next Gen o el Kit Digital, instituciones como CEPYME han remarcado que los fondos no están llegando bien a las pymes. Y, tal como hacen el BEI y COTEC en su informe, destacan que uno de los primeros frenos que se encuentran es el acceso a talento con habilidades digitales.
Otro de los grandes desafíos a los que deben enfrentarse las pymes es la innovación, ya que la digitalización es una consecuencia de la innovación. Un reto que a muchas empresas les inspira temor, pero que pueden afrontar también como una gran oportunidad.
Digitalizar la gestión empresarial sitúa a las pymes en mejor posición para competir, ser productivas y a poder llegar mucho más fácilmente a un cliente potencial que ya es omnicanal. Herramientas como los datos, la analítica avanzada y las plataformas permiten conocer mejor a esos clientes y trazar su perfil, incluso en temas tan sensibles como gestionar de riesgo de crédito de una forma más profesional.
Unos perfiles que, como veremos en los próximos años, incorporarán datos más allá de los meramente financieros. El acceso a nuevas plataformas de fácil uso, disponibles para todas las pymes y autónomos, permitirá democratizar la gestión del riesgo de crédito y personalizarlo, ya que incluyen en sus algoritmos tanto datos cualitativos como los que se recopilen de fuentes públicas. Así, es posible identificar con alta predictibilidad la probabilidad de impago del tejido empresarial español, con un mayor ajuste a la situación económica actual.
Gracias a la analítica avanzada se construyen modelos de predicción que potencian la toma de decisiones y facilitan poder diferenciar pymes, micropymes y autónomos que son solventes, pero que coyunturalmente pueden tener un problema de liquidez, de aquellos que no disponen de un modelo de negocio que les permita afrontar de forma efectiva sus obligaciones de pago.
Afortunadamente, estas soluciones están accesibles para cualquier pyme o autónomo y el entorno educativo está formando cada vez a más profesionales en el ámbito de la analítica de datos y la gestión, nutriendo un mercado laboral de ese talento que se necesita para llevar a cabo un proceso de digitalización efectivo. El acceso cada vez mayor a estas capacidades, junto con la inversión en concienciación sobre el uso de soluciones innovadoras por parte de las pymes, les permitirá avanzar en sus procesos de digitalización y eliminar parte de la incertidumbre que se dibuja en su horizonte.
Dionisio Torre
General manager BI de Experian España