En este momento, las pymes tienen que afrontar una renovación tecnológica y la adecuación de sus sistemas a las nuevas normativas de facturación como el Reglamento de Sistemas Informáticos de Facturación, que se conoce como la ley Antifraude. Esto implica una inversión que muchas empresas no pueden afrontar y recurrir a la financiación externa no es fácil por las dificultades para acceder a los créditos bancarios. El renting tecnológico, como indica Marco Frühauf, vicepresidente de ventas en Iberia y LATAM de GRENKE, es la solución para que las empresas puedan acceder a la nueva tecnología.
GRENKE tiene una completa oferta para que las pymes puedan encontrar la solución que mejor se adecúe a sus necesidades, aunque uno de las más completas es el contrato All-In, que incluye el hardware, el software y el mantenimiento.