Para el Ministerio de Industria y Turismo, a través de la empresa pública ENISA,, el haber certificado 1.000 startups en menos de un año “mejora la seguridad jurídica que se ofrece al sector de las empresas emergentes de nuestro país” y abre “la posibilidad de que éstas puedan acogerse, entre otras ventajas, a los beneficios fiscales contemplados en la Ley de Startups”.
Para Borja Cabezón, consejero delegado de la Empresa Nacional de Innovación (ENISA), “haber alcanzado esta cifra es todo un éxito, no solo para nuestro organismo, sino para la imagen de España como lugar donde el emprendimiento ya tiene una radiografía concreta que se venía reclamando desde hace años”. Este hito “es sin duda, el reflejo de un éxito colectivo. Un país que tiene una empresa pública capaz de llevar a cabo el cometido de certificar a las startups y de generar un sello distintivo de calidad, innovación y emprendimiento”.
Asimismo, Cabezón ha querido recalcar que, además de los beneficios fiscales que confiere contar con la certificación de empresa emergente, el anuncio significa que estas 1.000 empresas han sido las primeras en participar en un proceso pionero en toda Europa.
Borja Cabezón finaliza destacando que “la certificación como empresa emergente es un proceso sencillo, rápido y gratuito para quien quiera emprender. No lleva más de un mes en conseguirse. Tenemos la certeza de que este millar de certificadas va a ser el espejo en el que otras startups querrán mirarse y seguir reforzando un panorama nacional dibujado por la innovación. Somos una nación que nada tiene que envidiar al emprendimiento de los países de nuestro entorno».