La digitalización de las pequeñas y medianas empresas en España sigue siendo un desafío importante en comparación con la media de la Unión Europea. Según el Índice de Digitalización de la Economía y la Sociedad (DESI) de 2023, España se encuentra en el puesto 16 de los 27 países de la UE en cuanto a digitalización general, con una puntuación global de 0,55 sobre 1, lo que está por debajo de la media europea, que es de 0,58. Este dato refleja la brecha existente en la adopción de tecnologías digitales, especialmente en el ámbito de las pymes, que aún tienen un largo camino por recorrer para integrar soluciones digitales avanzadas como la inteligencia artificial o el big data, áreas donde España se encuentra por detrás de países como Estonia o los Países Bajos.
Uno de los principales retos para las pymes españolas es la falta de recursos y capacidades para afrontar la transformación digital. Según el informe de la Cámara de Comercio de España de 2023, solo el 33,5 % de las pymes españolas utiliza alguna herramienta digital avanzada, muy por debajo del 47 % de media europea. Además, de acuerdo con un estudio de la Comisión Europea, el 38 % de las pymes en España no han implementado ninguna solución de comercio electrónico, lo que representa una desventaja significativa en comparación con otros países de la UE, como los Países Bajos (65 %) o Suecia (58 %), donde el comercio electrónico es una práctica más común entre las pequeñas empresas.
Asimismo, la falta de formación en competencias digitales sigue siendo una barrera importante. En 2022, solo el 20 % de los trabajadores de las pymes españolas tenía formación en habilidades digitales avanzadas, según datos del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Este porcentaje está muy por debajo de la media de la UE, que alcanza el 27 %. La falta de conocimiento en herramientas digitales es un obstáculo para la adopción de tecnologías que permitan a las pymes mejorar su productividad y competir en mercados globalizados. En este contexto, las pymes españolas a menudo se limitan a herramientas básicas de gestión interna, dejando de lado tecnologías más complejas que podrían optimizar su funcionamiento.
Pese a las dificultades, algunos sectores de las pymes españolas, como el comercio electrónico, están viendo avances. Según un informe de la Red.es de 2023, el 47 % de las pymes que opera en línea en España han aumentado su facturación en los últimos tres años gracias a la digitalización. Sin embargo, esta cifra contrasta con la situación general, ya que muchas pymes todavía no aprovechan las ventajas de la digitalización para optimizar sus procesos o mejorar la experiencia de sus clientes. En comparación con países como Dinamarca, donde la digitalización ha permitido un aumento del 15 % en la productividad de las pymes, España se encuentra rezagada en términos de adopción tecnológica.
La digitalización de las pymes en España se ha convertido en una prioridad estratégica que requiere la colaboración entre los sectores público y privado. De acuerdo con el Plan Nacional de Competencias Digitales 2023-2025, se espera invertir más de 3.000 millones de euros para fomentar la capacitación y la transformación digital de las pymes, lo que podría ayudar a reducir la brecha existente con el resto de la UE. Para que las pymes españolas se pongan al día con la media europea, es necesario aumentar el acceso a programas de formación en competencias digitales, proporcionar incentivos para la adopción de nuevas tecnologías y crear un entorno que facilite la innovación digital.