Fundación Alternativas, en colaboración con Amazon, ha presentado el estudio “Emprendimiento Digital Femenino: Motivaciones, Desafíos e Impacto”, un informe que pone de manifiesto el potencial de la digitalización para favorecer el emprendimiento femenino, al tiempo que destaca una serie de obstáculos que aún persisten.
Uno de los aspectos clave que señala el estudio es que las principales motivaciones para las mujeres a la hora de emprender en el ámbito digital son la flexibilidad laboral, la posibilidad de conciliar la vida familiar y la libertad creativa. Estas razones se destacan como factores determinantes que permiten a las emprendedoras alcanzar un equilibrio entre sus responsabilidades profesionales y personales. Este hallazgo refleja la creciente demanda de modelos de trabajo más adaptables, especialmente en un contexto donde las mujeres buscan oportunidades laborales que no interfieran con sus otros roles.
Sin embargo, el informe también revela que, a pesar de las ventajas que ofrece la digitalización, las emprendedoras se enfrentan a importantes barreras, especialmente en relación con la financiación. Solo el 3,6 % de las participantes menciona a los “business angels” como fuente de inversión, lo que sugiere que las emprendedoras digitales tienen un acceso limitado a formas tradicionales de financiación. De hecho, un 71 % de las encuestadas reconoce que necesita ingresos adicionales para subsistir, lo que pone en evidencia las dificultades económicas que enfrentan en las primeras etapas de su emprendimiento.
Un dato relevante del estudio es que el 40 % de las emprendedoras necesitó menos de 1.000 euros para iniciar su negocio, recurriendo en su mayoría a ahorros personales. Este resultado subraya la falta de apoyo económico adecuado y muestra cómo muchas emprendedoras deben depender de sus propios recursos para materializar sus proyectos. La investigación también señala la escasa presencia de mujeres inversoras, lo que contribuye a una dinámica en la que las emprendedoras digitales se sienten subrepresentadas en el acceso a capital para hacer crecer sus empresas.
El estudio también aborda el impacto del género en el emprendimiento digital. Una amplia mayoría de las encuestadas (60 %) opina que ser mujer no afecta significativamente al desarrollo de su emprendimiento digital. Sin embargo, un 35 % considera que el hecho de ser mujer sí influye, ya sea de manera positiva o negativa, lo que resalta la existencia de sesgos de género que aún persisten en el ámbito empresarial digital. Esta diferencia en percepciones pone de manifiesto que, aunque las mujeres emprendedoras han logrado avanzar en el espacio digital, siguen enfrentando barreras relacionadas con el género.
En términos de apoyo institucional, el estudio pone en evidencia que un 35 % de las emprendedoras desconoce el respaldo disponible por parte de instituciones públicas o privadas. Muchas de ellas lamentan la falta de recursos claros y accesibles que expliquen los requisitos necesarios para poner en marcha un negocio. Esta falta de información y orientación institucional complica el proceso de emprendimiento y constituye uno de los principales obstáculos identificados por las participantes.
Los desafíos también varían según la edad de las emprendedoras. Las mujeres mayores de 50 años enfrentan principalmente obstáculos relacionados con el dominio de las habilidades digitales y la fidelización de clientes. En cambio, las emprendedoras menores de 40 años se concentran más en el acceso a financiación y en la construcción de redes profesionales. Este dato resalta la necesidad de políticas específicas y programas de formación adaptados a las diferentes etapas de la vida profesional de las emprendedoras.
Por último, el estudio destaca el impacto positivo que el emprendimiento digital está teniendo en tres áreas clave: la generación de ingresos, la creación de empleo y la innovación en el mercado. A pesar de las barreras económicas y estructurales, las emprendedoras digitales están demostrando cómo el espacio digital puede transformar el emprendimiento, ofreciendo nuevas oportunidades tanto para ellas como para la economía en general.
El informe finaliza con una serie de recomendaciones, entre las que destacan la necesidad de mejorar el acceso a financiación, simplificar los trámites administrativos para las emprendedoras, y promover una mayor formación en habilidades digitales y no digitales. También se recomienda fomentar la colaboración público-privada para crear un entorno más inclusivo y equitativo, donde las mujeres emprendedoras puedan desarrollarse y prosperar con igualdad de condiciones.