El anteproyecto de Ley para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo, el registro de jornada y el derecho a la desconexión, que se encuentra en tramitación parlamentaria, establece que el registro de las jornada de trabajo tiene que ser digital, cumplimentado de forma personal en un formato accesible e interoperable, para que esté a disposición en remoto para la Inspección de Trabajo y Seguridad social, y la empresa debe conservarlo durante cuatro años.
Esta normativa exige que las empresas actualicen sus sistemas de registro y afronten este proceso de digitalización con una visión positiva, según apunta Samuel Sánchez, key account manager de Wolters Kluwer Tax & Accounting España. Este cambio les permitirá ganar en transparencia, mejorar la comunicación con sus trabajadores y sacar partido a la explotación del dato. Wolters Kluwer, como señala el responsable, está listo para “acompañar a sus clientes en este proceso”.