Las pequeñas y medianas empresas encaran el segundo semestre de 2025 con varios retos estratégicos y regulatorios. Así lo apuntan distintos estudios realizados por asociaciones empresariales y consultoras que apuntan que se enfrentan a un final de año marcado por la necesidad de adaptarse a un entorno económico exigente.
Uno de los principales obstáculos sigue siendo el entorno regulatorio. CEPYME reclama políticas que alivien las cargas administrativas y adapten la legislación al tamaño de las pymes, proponiendo plazos más flexibles y la aplicación del principio “Think Small First” para facilitar su desarrollo y crecimiento.
En cuanto a la digitalización, la adopción de la factura electrónica todavía está retrasada. Según el informe “Radiografía económica y bancaria de la micro y pequeña empresa en España 2025”, elaborado por Qonto e IO Investigación, solo el 21 % de las pymes ha integrado este sistema, aunque un 72 % tiene la intención de aumentar su facturación o reducir costes a través de soluciones digitales.
El acceso a la financiación también continúa siendo un reto importante. CESCE destaca que, pese a la bajada de las tasas de interés por parte del BCE, muchas entidades bancarias siguen percibiendo a las pymes como clientes de alto riesgo. En 2025 se espera un incremento del crédito bancario en un 27 %, aunque alternativas como las fintech, la microfinanciación o el leasing están ganando protagonismo.
La escasez de talento cualificado es otro desafío estratégico. La Guía del Mercado Laboral 2025 de Hays revela que una de cada cuatro pymes señala esta dificultad como la principal barrera para su crecimiento. Para afrontarla, destacan la importancia de implementar políticas de retención, como la flexibilidad horaria y la formación interna.
Por otro lado, la sostenibilidad y los criterios ESG representan retos significativos. Un informe conjunto de FINRESP y CEPYME indica que el 75 % de las pymes reconoce la necesidad de avanzar en este ámbito, aunque más del 80 % asegura que los costes y la falta de apoyo institucional dificultan su implementación efectiva (finresp.es). Asimismo, un estudio de Generali y Bocconi confirma que las pymes con estrategias ESG mejoran su cuota de mercado y reputación, aunque muchas aún no tienen acceso a financiación sostenible.
Finalmente, la productividad sigue siendo un desafío crucial para las pymes españolas. Según el Informe Anual 2024 del Instituto Nacional de Estadística (INE), la productividad laboral en estas empresas es aproximadamente un 14 % inferior a la media europea, limitando así su capacidad para crecer y competir sin aumentar costes. Para revertir esta situación, el INE recomienda fomentar la formación continua, adoptar tecnologías avanzadas y promover la colaboración empresarial para alcanzar economías de escala.