Un 31 % de las empresas europeas está invirtiendo en inteligencia artificial no por una estrategia clara o un retorno de inversión definido, sino simplemente para «no perder el tren tecnológico». Ésta es una de las principales conclusiones del Barómetro IA elaborado por el Instituto AI for Sustainability de ESSCA School of Management.
Según el estudio, las grandes empresas lideran las inversiones en IA, guiadas en más de un 20 % por orientaciones estratégicas desde la alta dirección. En cambio, las medianas empresas basan sus decisiones principalmente en necesidades previamente identificadas, mientras que las microempresas y pymes muestran mayores dificultades: un 37 % reconoce no haber invertido aún en inteligencia artificial.
“La mayoría de las inversiones en IA todavía no están sustentadas en la consecución de objetivos claros, sino más bien para no quedarse atrás respecto a los competidores o no perder el tren tecnológico”, afirma Dejan Glavas, profesor de finanzas y director del Instituto AI for Sustainability de ESSCA.
Una de las dimensiones analizadas por el estudio es el vínculo entre IA y sostenibilidad. Solo el 15 % de las empresas no utiliza la inteligencia artificial con fines vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, el foco está más puesto en los retos sociales que en los medioambientales, según Glavas.
Esto indica un cambio en la narrativa: la IA no se percibe tanto como una herramienta «verde», sino como un instrumento para resolver cuestiones sociales y de gestión organizativa, como la inclusión o la automatización del trabajo repetitivo.