La inteligencia artificial está generando un doble impacto en el tejido empresarial español. Si bien muchas compañías la adoptan como palanca de innovación y eficiencia, también empieza a evidenciarse su potencial como fuente de riesgo, especialmente en materia de ciberseguridad. Según el Informe de Ciberpreparación 2025 de Hiscox, el 57 % de las pymes españolas considera haber sufrido ciberataques derivados del uso de inteligencia artificial en el último año.
El estudio pone el foco en cómo las pequeñas y medianas empresas están afrontando un panorama digital cada vez más complejo. De media, estas compañías aseguran haber sido víctimas de 1,74 ataques relacionados con IA en los últimos 12 meses.
Entre las principales amenazas emergentes destacan las vulnerabilidades en herramientas de IA de terceros, como ChatGPT, señaladas por el 22 % de los encuestados. Además, un 19 % afirma que los ataques se originaron a través de software basado en IA implantado en sus sistemas.
A pesar de estos riesgos, la percepción general entre las pymes es mayoritariamente positiva: el 62 % ve la IA como un activo, frente a un 29 % que la considera una posible vulnerabilidad. Eso sí, aumenta la conciencia sobre la necesidad de medidas específicas: un 38 % prevé auditar periódicamente el uso y la seguridad de la IA, y un 37 % planea revisar sus pólizas de ciberseguro para incluir este tipo de amenazas.