Strada ha presentado la séptima edición del Índice Global de Complejidad de Nóminas 2025, el cual revela que, aunque la gestión de nóminas sigue siendo altamente exigente, comienza a mostrar signos de estabilización.
El estudio destaca cómo la regulación de nóminas está evolucionando globalmente, con mercados antes estables mostrando una mayor variación y un aumento de media de la puntuación por país del 5 %. Europa sigue liderando la complejidad, con siete de los diez mercados más desafiantes, y Francia manteniéndose como el país con la nómina más complicada del mundo. España, por su parte, ha escalado tres posiciones en el ranking, debido a la expansión de los requisitos de reporte y a la creciente complejidad de las deducciones obligatorias.
Los expertos señalan que factores como el aumento del reporte en tiempo real y los ajustes en las contribuciones sociales explican esta subida. Aunque la digitalización ha mejorado la eficiencia, las actualizaciones frecuentes continúan poniendo a prueba los sistemas de cumplimiento y obligan a las empresas a mantenerse muy atentas a los cambios regulatorios.
En otras regiones, los cambios también han sido significativos. Estados Unidos entra en el top 10 por primera vez, subiendo ocho posiciones con un incremento del 17 %, mientras que Canadá se mantiene en quinto lugar pese a un aumento del 9 %. Australia destaca con un salto de ocho puestos hasta la tercera posición, impulsado por un aumento del 21 % en la puntuación debido a marcos de deducción más amplios, mayor acceso a los datos de nómina y métodos de pago más variados.
Jan Pieter Janssen, vicepresidente de Strada para Europa Central y del Sur, subraya que “la complejidad de la nómina puede estar estabilizándose, pero las exigencias para las organizaciones no lo hacen. Cuando la tecnología, los datos y la experiencia se unen, la nómina se convierte en algo más que un proceso: se convierte en una fuente de claridad, inteligencia y posibilidades”.







