Las pequeñas y medianas empresas continúan siendo el motor de la economía española, pero también uno de los objetivos más vulnerables frente a los ciberataques. Aunque muchas siguen creyendo que su tamaño las protege de los delincuentes digitales, la realidad es completamente distinta: los atacantes las consideran el eslabón más débil, una vía de entrada a cadenas de suministro mayores o simplemente víctimas con defensas mínimas.
El impacto económico del cibercrimen muestra la dimensión del problema. Según datos de CrowdStrike, el coste global pasó de 0,86 billones de dólares en 2018 a 17,65 billones en 2025, y las previsiones apuntan a que alcanzará los 23,82 billones en 2027. Una parte significativa recae sobre las pymes, muchas de las cuales carecen de los recursos, el personal especializado y la resiliencia financiera necesarios para recuperarse tras un ataque. De hecho, informes como el Norton Consumer Cyber Safety Report 2024 indican que el 66 % de las empresas sufrió ransomware el último año, con un coste medio de 75.000 dólares y consecuencias tan graves que el 60 % acaba cerrando en los seis meses posteriores.
A esta vulnerabilidad contribuyen factores recurrentes: falta de concienciación entre los empleados, infraestructuras obsoletas, exceso de confianza en soluciones básicas y una gestión deficiente de los datos. Ataques como phishing, malware, ransomware o DDoS pueden paralizar un negocio en cuestión de horas. Un simple correo fraudulento que suplanta a un banco, por ejemplo, puede bastar para que un atacante robe credenciales, acceda a cuentas corporativas, sustraiga fondos y genere un daño económico y reputacional difícil de revertir.
Ante este panorama, los expertos coinciden en que las pymes necesitan adoptar un enfoque integral de ciberseguridad que abarque prevención, detección, respuesta y recuperación. Desde Grupo Aire destacan el papel de tecnologías como la nube y las comunicaciones unificadas (UCaaS) para ofrecer a estas empresas un nivel de protección que de otro modo sería inalcanzable. “Contar con un socio tecnológico que proporcione servicios de Cloud y UCaaS permite acceder al conocimiento, la experiencia y una infraestructura robusta que aborda los pilares de la ciberseguridad en el marco NIS2”, explica Zigor Gaubeca, CIO de la compañía.
Gracias a estas soluciones, las pymes pueden disponer de medidas avanzadas como cifrado de datos, gestión de identidades con MFA, copias de seguridad con recuperación ante desastres, EDR o XDR en dispositivos y monitorización continua mediante SOC y SIEM en la nube. Todo ello reduce la superficie de ataque, facilita el cumplimiento normativo y disminuye los costes asociados al mantenimiento y al personal especializado. En un contexto de amenazas crecientes y nuevas obligaciones como las que marca NIS2, la ciberseguridad deja de ser una opción para convertirse en una inversión estratégica imprescindible para la supervivencia de cualquier pyme.






