Según DigitalES, el desarrollo de infraestructuras digitales sólidas y resilientes se ha consolidado como un factor estratégico para las empresas españolas, especialmente para las pymes, que buscan aprovechar la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas y otras tecnologías emergentes. España mantiene un buen nivel de cobertura 5G SA (alrededor del 56 %, por encima de la media europea), aunque todavía por detrás de mercados como Estados Unidos, China o India, donde supera el 90 %.
Los expertos destacan que la conectividad ya no se mide únicamente por velocidad: la latencia ultrabaja, la seguridad desde el diseño, la disponibilidad y la resiliencia se han convertido en parámetros esenciales. La densificación de redes, la simplificación de permisos y la coordinación con administraciones locales serán claves para garantizar que la infraestructura digital pueda absorber el creciente tráfico de datos generado por la IA y otros servicios avanzados.
Para las pymes, estas tendencias suponen oportunidades concretas: redes más rápidas y fiables facilitan el uso de servicios en la nube, optimizan la gestión de datos y permiten implementar soluciones tecnológicas que antes solo estaban al alcance de grandes empresas. Además, la digitalización de los procesos administrativos y la armonización de los marcos regulatorios prometen agilizar la instalación de infraestructuras críticas, reduciendo plazos y costes.
DigitalES subraya que la próxima década estará marcada por la necesidad de redes capaces de soportar tecnologías emergentes y que la competitividad europea dependerá de la digitalización de todos los sectores. Las pymes que incorporen estas infraestructuras avanzadas estarán mejor posicionadas para competir en un entorno cada vez más digitalizado y exigente.






