En el proceso de internacionalización de cualquier compañía debemos de tener en cuenta una serie de factores como el hecho de que hay que emitir facturas en el idioma del país en el que hagamos los negocios o que las transacciones deberán realizarse en una moneda diferente, por poner algunos ejemplos. Para ello es necesario contar con un ERP en varios idiomas y divisas. Y es que tal y como Isabel Pomar, directora de marketing de Datisa destaca, los beneficios de contar con un buen ERP son innumerables ya que, entre otras cosas, pueden ayudar a calibrar los propios precios de venta en función de la competencia y situarnos en un rango de competitividad coherente. Además, recomienda contar con un ERP que posibilite efectuar informes consolidados y permita conocer el volumen de negocio que se genera, saber y comparar las ventas de cada país, los beneficios, que nos dé una perspectiva global para el análisis financiero y presupuestario… En definitiva, un sistema de gestión flexible que nos permita adaptarnos al mayor número de exigencias locales.
Y si contamos con varias oficinas en diferentes países, el ERP nos aportará información sobre cómo rinden cada una de las delegaciones y dónde se está obteniendo un mayor beneficio.