¿Cuántas veces hemos admirado esas oficinas en las que aparecían grandes azoteas, espacios para dormir la siesta, toboganes y todo tipo de actividades que hacen que el empleado se relaje? Aunque uno se pregunta si realmente se saca tiempo para darle alguna utilidad.
La pregunta que se hace Noelia de Lucas, directora comercial de la consultora Hays en España, es si esto realmente hace falta para involucrar a los empleados, con el fin de reforzar su compromiso y productividad. La respuesta es que no porque lo fundamental, en su opinión, es la cultura de la empresa y la imagen que la misma quiere transmitir, por lo que no vale dejarse influir por las modas y que todo quede en una fachada poco real, responde la directiva. Aunque considera que otra cosa es crear lugares de trabajos excepcionales, sanos, saludables, funcionales, con otro tipo de servicios como guardería, gimnasio o fisioterapeutas, por poner algunos ejemplos. En definitiva, “es la cultura de cada empresa y su cultura y particular manera de operar lo que realmente aportará rendimiento, lo que no quiere decir que no hay que ir incorporando novedades en el puesto de trabajo”, concluye.