Hablar de digitalización es hablar de velocidad y oportunidad en el mundo empresarial. Una digitalización que nos permite transformar nuestro negocio, reposicionar nuestros ingresos y que cubre tanto los documentos como la comunicación, las redes comerciales, el modelo colaborativo con los clientes… Las oportunidades que se abren ante las pymes que digitalicen son enormes, así lo afirman los representantes de Canon, Wolters Kluwer, Strato y LIDlearning que acudieron al debate organizado por la revista Pymes sobre esta materia.
Desde hace algún tiempo se viene hablando sobre la transformación digital en las pymes. Las voces más críticas dicen que las pequeñas y medianas empresas que no digitalicen morirán, incluso se da un plazo de 14 años. Luis Lombardero, director en economía y empresa y director del máster en dirección de empresas digitales de LIDlearning, aunque no se atreve a dar plazos en este sentido, sí comenta que con tecnologías como el big data, el internet de las cosas, la industria 4.0…se está entrando en un nuevo proceso de digitalización. ¿En qué se diferencia del anterior? En que hasta ahora se trataba de digitalizar contenidos, libros, música. Tras esto surgieron las redes sociales y el comercio electrónico, en definitiva, la “economía de la información”. Con las tecnologías emergentes ya no solo hay que digitalizar cosas, sino crear nuevos productos y servicios, añadir inteligencia a los productos a base de servicios digitales, lo cual hace posible la transformación de las empresas digitales tradicionales, afirma Lombardero.
La repercusión de esta digitalización en el PIB será brutal a jugar por las palabras del experto porque si bien la economía de la información en España produce unos 400.000 empleos, los otros 16 millones actuales están en la economía tradicional.
Tomàs Font, director de negocios de Wolters Kluwer, coincide con el director de LIDlearning en cuanto a no saber cuánto durarán las empresas que no digitalicen, aunque asegura que 14 años es demasiado en un mundo en el que las cosas van muy rápidas y en que la tecnología añade más velocidad a ese proceso. Por ello considera que quien no se sume a esa velocidad tarde o temprano se quedará fuera de la digitalización y más teniendo en cuenta que tal y como añade Jesús Martínez, director de comunicación de Strato, las micropymes tienen una vida inferior a los cinco años. Por ello recomienda estar muy atentos y no perderse entre todas las tecnologías que van apareciendo, centrándose en los objetivos de negocio de la compañía en cuestión, intentando estar en la mayor sintonía posible con el mercado.
Eva María Sánchez-Caballero, team leader corporate&international accounts de Canon, añade que la información crece de manera exponencial en todas las empresas, una información que va más allá del papel ya que la información digital está a la orden del día. Estamos hablando de otro tipo de formatos como el vídeo o el audio que también hay que guardar. Sánchez-Caballero asegura que, aunque a distintas velocidades, las empresas van abordando el tema de la digitalización, aunque tienen que tener en cuenta que no vale con digitalizar y archivar, también hay que gestionar el documento y más teniendo en cuenta la necesidad que tienen las empresas de ahorro de costes o mejorar la productividad de sus empleados, por poner algunos ejemplos. Digitalización sí, pero con inteligencia, matiza. Hay que ver dónde estamos y dónde queremos llegar para poner las herramientas, el conocimiento y los servicios necesarios para conseguirlo. Algo difícil de conseguir en el segmento de las empresas más pequeñas, advierte Jesús Martínez, ya que solo el 30 % de las micropymes de menos de diez empleados tienen página web, por lo que aquí no es que haya dos velocidades, “es que ni siquiera hay velocidad”, dice “Tienen archivos digitales y otras cosas pero no se percibe de la misma manera que en las empresas de mayor tamaño”, por lo que queda un largo camino por recorrer, a la par que asegura que son adoptantes de tecnología.
¿Qué influye en estas dos velocidades? El tamaño de la compañía y la actitud de quien está al frente de la misma, advierte Font. “Hay empresas pequeñas con una actitud muy positiva, proactivas e innovadoras que están probando casi todo”. Font añade que una de las mejores cosas que tiene esta revolución tecnológica es el presupuesto porque puedes no realizar grandes inversiones.
La importancia de la formación
Pero ¿hasta qué punto están formadas las empresas para abordar la digitalización? Luis Lombardero dice que hay mucha comodidad dentro de las compañías ya que no perciben que estamos ante un cambio tan importante que es necesario dedicar mucho tiempo a entender lo que está pasando. Por ello opina que lo primero que hay que conseguir es que entiendan de qué va esta transformación que afecta a productos, a servicios o a la forma de organizar las fábricas.
“Se dice que los directivos no tienen tiempo para formarse pero la economía digital ha producido miles de nuevos términos”, comenta, “por lo que tenemos que dominar el lenguaje de la economía digital, lo cual significa tanto esfuerzo como aprender un nuevo idioma y esto se calcula que cuesta unas 2.000 horas”. Por ello recomienda cambiar de actitud porque quien lo haga tendrá una gran recompensa pero aquellos que no se adapten, no podrán trabajar. ”La formación es una gran necesidad porque hay que entender hacia dónde vamos y las dinámicas de la economía digital”. Sin embargo su visión es negativa en este sentido ya que asegura que ni el 10 % de las empresas entiende el papel que va a tener Internet de las cosas. El experto subraya que en los próximos años los directivos de las empresas, independientemente del tamaño de las mismas, tendrán que tomar decisiones que girarán en torno a qué tecnología usarán, cómo innovar o cuál será su modelo de negocio.
¿Qué papel juegan los proveedores de tecnología ante esta formación? La información es clave, apunta también Eva María Sánchez-Caballero, por lo que desde Canon una de las principales premisas pasan por tener que entender por qué se producen las cosas, cuáles son los pasos que tiene que seguir un documento, independientemente de su formato. La actitud del interlocutor, por lo tanto, es fundamental. Por ello asegura que desde Canon abogan por llevar a cabo un buen plan de comunicación y formación al usuario final para que entienda que realmente dispone de una herramienta que le va a ayudar a mejorar su proceso, a simplificarlo y además colaborar para que su empresa tenga un ahorro importante de costes. “Es tan importante la actitud como el entendimiento del porqué se producen las cosas, proponer la solución adecuada, llevar a cabo la implementación y la transición de ese cambio, gestionar ese nuevo modelo y llevar a cabo un nivel de revisiones periódico con el cliente para entender nuevas necesidades”.
Font vuelve a hablar de la conveniencia a la hora de diferenciar entre aprender la técnica y entender la lógica que mueve todo esto. Aprender la lógica es algo complejo, dice. “Hay que sentarse y entenderlo rápidamente. Pero no todo el mundo en las empresas puede permitirse meterse hasta el fondo de la técnica, por lo que deberían rodearse de gente que sea capaz de entender y bajar a la tierra las ideas de la dinámica de esta nueva economía. No todos tienen que entender qué es un SEO o un SEM en detalle pero sí entender el concepto y que esto existe, así como las oportunidades de negocio que esto nos abre”, continúa.
Programas de financiación
Para aquellas empresas a las que económicamente les resulte un poco más difícil acceder a la digitalización por falta de dinero, Jesús Martínez recuerda que hay programas de financiación para la digitalización, para la implementación de procesos de fabricación, etc., tanto a nivel de ayuntamientos como de las Cámaras de Comercio, Comunidad Autónoma o a través de Red.es, por poner algunos ejemplos.
Y a la hora de realizar un plan de digitalización
Sin embargo parece que no hay un plan de digitalización moderno, según el director del máster en dirección de empresas digitales de LIDlearning. “Estamos acostumbrados a dar recetas de las que podemos irnos olvidando”, advierte. Cada empresa tiene que ver qué hace con sus productos, ver cómo es su negocio y hacia dónde quiere ir porque las soluciones serán diferentes para cada uno.
Los alemanes ya están hablando de la industria 4.0, volver a revisar toda la industria, volver a pensar cómo con la industria metemos más tecnología y sobre todo pensar cómo hacer que las cosas se puedan hacer más personalizadas y cómo producimos con cambios de productos con una rapidez total. Y este tipo de fábrica inteligente es la que puede hacer que en España y en Europa vuelva la industria.
Para Jesús Martínez este plan de digitalización también depende de cada sector, modelo o empresa, al tiempo que Eva María Sánchez-caballero comenta que desde Canon entienden que no hay una solución paquetizada que tenga la respuesta a todas sus necesidades y problemas. “Hay que entender las necesidades de cada uno. La pyme tendrá sus necesidades, la micro también, así como la gran empresa y hay que saber tratarlas”. “Entendemos que un plan base no es la manera de abordar una serie de respuestas a una serie de necesidades, hay que entenderlo y diseñar la mejor solución, dotarles de todo el hardware, software y servicios que sean necesarios y revisar que eso está funcionando. Hay que personalizar porque cada área de la empresa tiene unas casuísticas muy especiales, aunque también reconoce que desde Canon consideran que una misma herramienta puede dar respuesta a distintas necesidades pero personalizando cada una de las respuestas.
El modelo colaborativo
Algo que puede ayudar en el primer paso de la digitalización es el modelo colaborativo, argumenta Tomàs Font, porque estas nuevas soluciones abren un modelo colaborativo entre compañías que hay que aprovechar. Pero ¿qué es un modelo colaborativo? Fundamentalmente es sacarle partido a un modelo tecnológico que permite a las empresas trabajar más estrechamente, por lo que las cosas tardan menos y los dos ganan en productividad.
Sánchez-Caballero recuerda, además, que las necesidades colaborativas son una realidad y que las necesidades que tenemos son de concurrencia. Un modelo colaborativo con unas necesidades que pueden suponer un punto de arranque para las empresas al ver que tienen que dar una respuesta cada vez más rápida y con una serie de necesidades que van a ser nuevas y que pueden suponer esa punta de inicio de digitalización.
El papel de la Administración
En cuanto al papel de la Administración en la digitalización, los proveedores de tecnología pedirían una mayor agilidad en la tramitación de las ayudas con el fin de fomentar que las empresas mejoren en productividad y competitividad, aunque consideran que hay que medir bien cómo se dan las mismas porque si solo les da dinero puede ser un arma de doble filo. “El dinero les engaña porque un mal negocio con tecnología no se arregla”, advierten.
Por otro lado consideran que la Administración tiene que dar ejemplo porque no es de recibo que si están dictaminando y marcando un marco jurídico, los trámites duren más de lo necesario, por poner un ejemplo. Por ello consideran que todo tiene que llevar un proceso rápido. “Y en la medida en la que la Administración se digitaliza, a todos nos abre un sinfín de posibilidades para mejorar”, puntualizan.
Mucho más crítico se muestra Luis Lombardero, quien considera que el papel de la Administración es insuficiente a todos los niveles: desde la Unión Europea hasta nuestro Gobierno, porque no han entendido lo que nos estábamos jugando en el tema de la economía digital. En su opinión, el dinero que se dedica en nuestro país a la Agenda Digital es ridículo si pensamos que la economía digital está creciendo al 8,5 %, muy por encima de la economía tradicional o en el empleo de calidad que se va a crear en los próximos años, así como en el aumento importante del PIB, que vendrá también por esta vía.
En España la Administración tiene que ayudar a la concentración de las pymes porque las pymes españolas tienen un nivel muy inferior a los de otros países europeos, observa. No tenemos casi pymes, tenemos micropymes y esto es un problema en este tipo de economía porque son precisos recursos para innovar. “Necesitamos que nuestras pymes crezcan y la digitalización es muy apropiada para ello”, recalca.
En cuanto a la Administración europea cree que por fin ha entendido que tenemos que tener una economía digital europea. “Tenemos que resolver cosas muy importantes como el hecho de que en el comercio electrónico desaparezcan las fronteras europeas. Hemos sido capaces de acabar con las fronteras físicas pero no somos capaces de hacerlo con estas otras para que las empresas puedan vender con facilidad en los mercados. Esto es cuestión, fundamentalmente, de normativa”, opina. Al tiempo que reconoce que algunas de las cosas que se están haciendo son muy llamativas como que Alemania tenga un ministro que, además de ser ministro de transporte, también sea ministro digital.
Por todo ello considera que o en Europa trabajamos por entender que nos estamos jugando el futuro porque somos un continente viejo, con gente muy mayor y, o apostamos por la digitalización o pasaremos a ser un lugar bonito pero con mucha gente mayor viviendo de las rentas de otros.
A tener en cuenta
• Las pymes tienen que pensar en nuevos productos y servicios.
• Tenemos que transformar los productos porque si no nos quedaremos fuera del mercado.
• Todo lo que es fácil triunfa.
• Hace 20 años todo el mundo estaba dispuesto a pagar por formación para entender un producto, hoy no.
• La cercanía al cliente nos permite entender cómo ayudarle a mejorar y darle respuestas que antes no imaginaba.
• La financiación cada vez va más enfocada hacia la implementación de las nuevas tecnologías, de las nuevas redes o los nuevos servicios.
• La digitalización pasa por nuevos productos, nuevos servicios.
• En este momento de cambio tecnológico hace falta pensar en qué cosas y servicios nuevos podemos hacer, en los nuevos modelos de negocio, cómo debemos de innovar… pero para entender este mundo hace falta formación.
INMA ELIZALDE