¿Cómo nos ven en el extranjero? Como un país innovador pero no emprendedor. Así lo destacan datos aportados por el estudio “El ADN del emprendedor”, llevado a cabo por la aseguradora especialista en Pymes, Hiscox, en Alemania, Holanda, Francia, Reino Unido, España y EE.UU.
Según el mismo los españoles lideramos la innovación y ocupamos el primer puesto en cuanto a la intención de introducir productos de cara al año que viene, incluso seremos líderes a la hora de contratar a nuevos empleados en 2016 ya que el 27 % de los empresarios encuestados así lo manifiesta.
Además nuestro empresariado es mucho más optimista respecto al futuro, algo que compartimos con países como EE.UU. y Holanda, sobre todo por parte de aquellos que comenzaron su aventura empresarial en plena crisis. ¿La razón? El aumento de los ingresos y no es para menos si tenemos en cuenta que en España el 58 % de los encuestados han experimentado un aumento en los beneficios y un 62 % en los ingresos.
El acceso a la financiación, uno de los mayores retos, también es superado en mayor medida en nuestro país que en el resto de los encuestados ya que hemos tenido un mayor acceso a la misma: un 25 % frente al 16 % del resto de países. Algo a tener en cuenta: un 4 % de los encuestados españoles planea utilizar sus tarjetas de crédito para financiar su negocio, aunque el 21 % ya las ha utilizado para este fin durante el último año. Todo ello mientras nos sigue acuciando el problema del retraso en los pagos: un 47 % de los encuestados así lo afirma, frente al 27 % de las empresas británicas.
Las quejas vienen de la mano de los impuestos y la burocracia a la hora de establecerse por su cuenta. Por ello, nueve de cada diez emprendedores españoles está en contra de la gran cantidad de impuestos a los que tienen que enfrentarse y del gran número trámites a los que tienen que hacer frente, mientras un 70 % de nuestros emprendedores considera que no reciben el apoyo necesario por parte del Gobierno.
Y en medio de todo ello, una asignatura pendiente: financiarse a través de modalidades no bancarias, algo que tan solo ocurre en el 4 % de los encuestados españoles.