Tras un verano de ocio en el que te has olvidado del trabajo y tus comidas eran a base de ensaladas y poco más, el otoño y la vuelta al trabajo han vuelto a instalarse en tu vida pero ¿sabes cuáles son los mejores alimentos en función del trabajo que realizas? El Grupo NC Salud, empresa especializada en asesoramiento nutricional en las farmacias, nos da una serie de pautas a seguir.
Si tienes un trabajo de oficina, estático, necesitas una nutrición adecuada que no te haga sentir la llamada del hambre, invitándote a comer alimentos que son nocivos para tu salud como la bollería industrial, el café o las bebidas azucaradas. Tampoco es bueno que comas muchos hidratos de carbono, es mejor limitarlos tanto en cantidad como en el tipo de los mismos. ¿Lo mejor? El arroz integral, panes integrales…. También es aconsejable no comer demasiado ni a media tarde ni en la cena, optando en estos momentos por alimentos menos calóricos.
En caso de que no pares de viajar seguro que has tenido más de un problema de estreñimiento porque, a veces, los viajes ocasionan ciertos trastornos en nuestro organismo, por no hablar de la dificultad que tendrás para comer sano o para hacer ejercicio. ¡Que no cunda el pánico!, siempre puedes ir en busca de algún lugar en el que vendan fruta fresca. Si la encuentras cómela con la piel para aprovechar toda la fibra pero ten en cuenta que la papaya, la alcachofa, el espárrago o el calabacín nos son muy recomendables para regular el tránsito intestinal… Otro consejo: bebe mucha agua…
También deberías contar con un complemento natural bloqueador de calorías, que ayudan a absorber el exceso de calorías, porque los restaurantes no siempre ofrecen opciones saludables y digestivas.
Si tu puesto requiere una gran actividad física, tu cuerpo te va a demandar una mayor cantidad de alimento, con el fin de cubrir las la energía que gastas pero las proporciones de nutrientes tienen que estar equilibradas. En este caso hidratos de carbono como la patata o la pasta son muy aconsejables.
Si trabajas al aire libre y el sol y el cambio de temperaturas pueden afectarte, son fundamentales los líquidos, por lo que el agua, las infusiones o los caldos tienen que formar parte de tu día a día, así como los alimentos que ayuden a tu piel a evitar las radiaciones solares como la calabaza, zanahoria, naranja, berros o espinacas..
Y si trabajas por turnos, en los que el cambio constante de rutina y de ciclos de sueño se instalan en tu vida, adapta las comidas a las horas de trabajo y toma tentempiés que te ayuden a continuar con energía la jornada. La comida previa al trabajo tiene que ser consistente porque necesitas aporte energético pero… sin pasarte… porque una digestión pesada puede afectar a tu rendimiento, humor y concentración. En el descanso mejor optar por fruta, yogures desnatados, nueces o un sándwich vegetal integral, por poner algunos ejemplos.