No hay nada mejor que empezar el año con optimismo. Así es como comienzan 2016 las empresas españolas, según una encuesta realizada por las Cámaras de Comercio a casi 60.000 empresarios europeos, en la que participaron más de 3.000 españoles, aunque las portuguesas nos ganan en confianza.
Y es que, aunque las expectativas de las empresas europeas son muy favorables, son las españolas las más optimistas, ya que todas las variables analizadas registran saldos positivos, aunque las más optimistas se sitúan en torno al empleo, las ventas nacionales y las exportaciones. Y ello a pesar de haber cerrado un buen 2015, según los encuestados.
Ventas nacionales y exportaciones irían a la cabeza, seguidas del empleo, aunque este crecería a un menor ritmo que el año anterior. Por su parte, la inversión experimentaría la misma evolución que en 2015.
Crecimiento
Se espera que siga el dinamismo en la actividad productiva, aunque con algunas mejoras. Una evolución que contrasta con las previsiones de crecimiento por parte de las instituciones, que prevén un aumento inferior al del año pasado: del 2,7 % frente al 3,1 %. ¿De dónde vendrá el mismo? Según los empresarios, de la demanda nacional y de las exportaciones. Un mayor consumo generaría una mayor demanda de las importaciones, por lo que a pesar del avance que las empresas esperan en sus ventas al exterior, la aportación al crecimiento de la demanda externa podría restar algunas décimas en el conjunto del año. Buenas perspectivas también en materia laboral, por lo que el paro disminuiría.
Los condicionantes para España serán la demanda nacional, los costes laborales y el precio de la energía, aunque las medidas de política económica también influirán.
Europa
En el resto de Europa este optimismo viene dado porque la mayoría de los países consultados se encuentran en un ciclo expansivo , con empresas que han obtenido muy buenos resultados en 2015 y con perspectivas muy favorables para 2016, a excepción de Hungría, que sufre una recesión en su economía. Razón por la que este país se sitúa a la cola en cuanto a los buenos resultados que sus empresarios puedan prever. A ella se le unen Austria y Chipre, al igual que en 2014.
Portugal sigue siendo la más optimista por segundo año consecutivo, seguida por Croacia y Rumanía. En general, todas ellas esperan una mejora de las ventas en sus respectivos países con respecto a las registradas en 2015, situándose las españolas por encima de la media europea, en quinto lugar.
Las exportaciones son las que han tirado del carro de la mayor parte de los países consultados, por lo que se espera que la evolución de las ventas al exterior sean mejores que las de 2015. Las previsiones de empleo también son buenas, sobre todo en compañías portuguesas, rumanas y croatas. Las más pesimistas en este sentido son las austriacas, húngaras e italianas, donde se cree que se destruirá empleo. En España esta evolución del empleo se situaría ligeramente por encima de las europeas.
En cuanto a la inversión, también será favorable para la mayoría de los países, sobre todo en Portugal, Lituania y Eslovenia. En España las perspectivas son ligeramente inferiores al año anterior, aunque seguimos manteniéndonos por encima de la media europea.
INMA ELIZALDE