El estudio “Digital Skills Research”, elaborado por RAND Europe para Salesforce, refleja que actualmente el 87 % de los directivos está sufriendo o espera sufrir las consecuencias de la brecha de competencias digitales en su plantilla. Además, el informe muestra que el 64 % de las grandes empresas europeas y el 56 % de las pymes europeas están teniendo problemas para cubrir los puestos de trabaja relacionados con la tecnología.
En el caso concreto de España, entre los meses de julio y octubre de 2021 se publicaron 229.967 ofertas de empleo de las cuales 62.670 eran puesto relacionados con el sector TIC, el desarrollo de software o la programación. Esto significa que el 27 % de las ofertas de empleo registradas en el Mapa de Empleo de la Fundación Telefónica son digitales. Un porcentaje que sigue creciendo y se ha visto impulsado por la pandemia.
La escasez de personas con las habilidades digitales adecuadas para impulsar la transformación de sus empresas ha sido el foco de la jornada “Transformación digital: el desafío del talento”, organizada por ISDI y Salesforce. Una de las principales conclusiones del evento ha sido que las empresas deben asumir un papel de liderazgo y transformar sus métodos de captación, retención, formación y desarrollo del talento.
“El desafío no está únicamente en las profesiones puramente tecnológicas”, ha afirmado Jorge Villabona, managing director de ISDI CRM. El directivo ha comentado que “los trabajadores de muy diversas especialidades deben incorporar las soluciones digitales como herramientas habituales de trabajo”. Asimismo, Villabona ha añadido que “las competencias digitales deben ser transversales y las empresas juegan un papel activo a la hora de desarrollarlas”.
Por su parte Enrique Polo de Lara, vicepresidente senior y country leader de Salesforce Iberia, ha asegurado que “los sistemas educativos tradicionales no están preparando a los trabajadores para seguir el ritmo de los avances tecnológicos y de las habilidades precisas para cubrir los nuevos puestos de trabajo”. En este sentido Polo apuesta por “una revolución educativa para el trabajo del futuro”. Una revolución que, como ha aseverado, “debe contar con la participación de las empresas, las cuales pueden ayudar a cultivar la cultura de la formación continua, empezando por establecer mejoras en las competencias de sus propias plantillas”. Y es que las compañías con las que realmente “conoce qué habilidades se necesitan y son expertas en innovación”, ha señalado.