Cierratuempresa.com ha alertado de los problemas y peligros que generan las más de 600.000 sociedades inactivas en España. Esta cifra, agravada por el impacto de la covid-19, supone casi un 50 % de las sociedades que existen en el territorio nacional. La inactividad puede traer serias consecuencias para los que han decidido o se han visto obligados a cesar su actividad sin efectuar los trámites para su baja legal.
Joaquín Casanovas, fundador de Cierratuempresa.com, ha afirmado que “mantener una sociedad inactiva puede ser útil, si se desea dejar el negocio en stand by y volver a retomarlo”. Pero Casanovas ha señalado que “aunque estas empresas no realicen ningún tipo de venta y no cuenten con facturación, tiene que cumplir con las obligaciones tributarias y las de carácter administrativo”.
Tal y como ha explicado el directivo el incumplimiento de estas obligaciones puede acarrear “duras sanciones entre los 1.200 hasta los 60.000 euros”. En este sentido, los expertos de la compañía han señalado que muchos emprendedores no evalúan estos riesgos, bien por desconocimiento o por simple descuido. Por eso han advertido que dejarlas sin actividad puede llegar a ser peligroso.
Además, si la sociedad lleva sin actividad más de un año ésta debería disolverse y los administradores tendrían que convocar una Junta General para tomar medidas según el artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital. Por lo contrario, se verán obligados a responsabilizarse de las posibles deudas sociales que contraiga la empresa a partir de entonces con sus bienes personales.
Por último, Casanovas ha comentado que “disolver una sociedad, por tanto, es la opción más saludable empresarialmente. Si la empresa ya no es rentable y es poco probable que sea rentable en el futuro, la mejor opción puede ser cerrarla”.