El 29 % de las empresas que se crearon en 2019 ya no existe. Así se desprende del último estudio sobre la longevidad empresarial de Iberinform. Este porcentaje puede parecer un poco elevado, sin embargo, las tasas de supervivencia empresarial se encuentran muy cerca de los niveles históricos a largo plazo en los que el periodo crítico para la consolidación de una empresa tiene lugar a partir del tercer año.
Según datos del estudio, la tasa de supervivencia de las empresas en su primer año es del 99 % y del 98 % en el segundo. A partir de los 24 meses el futuro de las organizaciones incapaces de generar números negros es incierto. De hecho, el tercer año de vida es el que registra mayor mortalidad empresarial y es que la tasa de supervivencia en este momento cae más de 14 puntos hasta el 84 %. El cuarto año representa el segundo peor de la serie, ya que la tasa cae otros 13 puntos hasta situarse en el 71 %.
La tasa de mortalidad empresarial se suaviza ligeramente en los años posteriores. Tal y como revela el estudio, dos de cada cuatro proyectos no llegan a cumplir los 10 años, punto de inflexión en el que la tasa de supervivencia se sitúa en el 47 %. La tasa sigue descendiendo hasta alcanzar el 33 % a los 15 años. Este es el punto de giro en la madurez de las empresas españolas porque a partir de este momento sus posibilidades de supervivencia se incrementan sensiblemente.
“En 2020 y 2021 sí observamos un deterioro generalizado de las tasas de supervivencia empresarial, pero 2023 está marcado por una recuperación de estos indicadores”, ha comentado Ignacio Jiménez, director general de Iberinform. “Aunque las tasas de mortalidad empresarial puedan parecer altas, lo cierto es que hemos recuperado ya la normalidad prepandémica”, ha explicado.