El cambio climático no solo representa un desafío medioambiental, sino que también impone importantes riesgos financieros y operacionales para las empresas. Ante este contexto, el II Informe de Pymes y Autónomos de España de Hiscox, pone de relieve una preocupante realidad: aunque el 60 % de las pymes reconoce que el cambio climático está afectando a su actividad, solo un 15,5 % tiene previsto adoptar medidas concretas para mitigar estos efectos.
Si bien la conciencia sobre los riesgos asociados al cambio climático ha aumentado significativamente en las pymes, pasando del 15,7 % al 23,3 % en solo un año, esta mayor percepción no se ha traducido en acciones concretas. De hecho, un abrumador 81 % de las pequeñas y medianas empresas no tiene previsto tomar medidas, lo que revela una desconexión preocupante entre la comprensión del problema y la voluntad de afrontarlo.
Entre las pymes que actúan, la prioridad es reducir residuos y reutilizar materiales (35,6 %). Le siguen herramientas sostenibles (29,4 %) y eficiencia energética (14,7 %). La formación (4,6 %) y unirse a iniciativas globales (1,7 %) son menos comunes.
“Las pymes, que representan una parte sustancial del tejido empresarial, tienen la oportunidad de ser actores clave en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, para lograrlo, es necesario un cambio de mentalidad. Si bien el informe constata un incremento en el reconocimiento del impacto de este riesgo para las empresas, es crucial que se traduzca en acciones que garanticen su supervivencia y el éxito a largo plazo. En un contexto donde la sostenibilidad está cada vez más vinculada al crecimiento futuro, actuar ya no es opcional, sino estratégico” afirma Carolina Morato, directora de marketing y comunicación de Hiscox España.