Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), las plantillas de las empresas españolas están compuestas por un 16 % de generación Z (nacidos entre 1995 y 2010), un 22 % de millennials (nacidos entre 1982 y 1994), un 53 % de generación X (nacidos entre 1965 y1981) y un 9 % de baby boomers (nacidos antes de 1964).
Esta situación de mix generacional ha llevado a las empresas a abordar activamente el reto de las diferencias generacionales. Al respecto, el Estudio de Retos y Tendencias en RR. HH. 2024 realizado por Pluxee recoge que el 58 % de las empresas se está adaptando mucho o bastante a las nuevas generaciones para atraer y fidelizar talento.
Alrededor de cuatro de cada diez empresas reconocen que las diferencias generacionales pueden llegar a provocar problemas en las organizaciones y, por tanto, que necesitan personalizar la estrategia de gestión del talento a cada una de ellas.
“Para crear un ambiente laboral de colaboración y aprendizaje mutuo y mejorar el compromiso de los distintos perfiles generacionales” es necesario seguir cuatro pasos, tal y como reconoce la compañía.
El primero es personalizar la propuesta de beneficios del empleado por perfiles generacionales (solo 2 de cada 10 empresas tienen en cuenta las diferencias generacionales a la hora de diseñar la oferta de beneficios sociales para sus empleados), el segundo se centraría en la colaboración multigeneracional en proyectos, medida que ya es utilizada por el 35 % de las empresas; el tercero consiste en la creación de programas de mentoring inversos (es habitual encontrar en las empresas programas de mentoring en los que un senior guía a un junior, y no al revés. Sin embargo, si se busca capacitar a las generaciones con mayor antigüedad en habilidades digitales, puede optarse por este tipo de programas con los roles invertidos); y, el último, sensibilización y concienciación en diferencias generacionales.
“La diversidad generacional, más que un problema, es un valor; solo tenemos que saber encauzarla. El talento no es homogéneo y como tal, no podemos tratarlo de forma única, por ello, es crucial dar el paso hacia la personalización de las estrategias de talento. En definitiva, las diferencias generacionales son un punto a favor de nuestros equipos y no debemos evitarlas, sino aprovecharlas. No hay que tener miedo a marcar la diferencia. A fin de cuentas, la diversidad suma”, concluye Miriam Martín, directora de Marketing de Pluxee.