El tejido empresarial español está compuesto por más de tres millones de pymes. Una cifra que representa el 60 % del PIB nacional y que, en su gran mayoría, son microempresas o negocios de un único trabajador. Son estas compañías, según apuntan los expertos de GOWtech, las que realmente deben apostar por la digitalización para no perder competitividad.
Estas micropymes tienen ante sí la oportunidad de duplicar su crecimiento gracias a las ayudas del Kit Digital. El programa del Gobierno español busca impulsar la digitalización de las pymes a través de la concesión de bonos digitales con los que las empresas pueden adquirir las soluciones tecnológicas necesarias para avanzar en este proceso. Unas ayudas que los expertos de GOWtech califican de “oportunidad única para la modernización del tejido empresarial español”.
Un propósito, el de acelerar la digitalización del tejido empresarial, que está estrechamente ligado a los objetivos establecidos en la agenda España Digital 2025. Un plan que busca conseguir que el 80 % de la población tengan las competencias digitales básicas, que el 25 % de las pymes se deba al comercio electrónico y que el 25 % de las empresas utilicen inteligencia artificial y big data.
Estas metas que, como ha comentado Isidoro López-Briones, responsable de Estrategias Tecnológicas de GOWtech, “deben hacer pensar a los empresarios en qué lado de la estadística quieren estar y qué futuro les espera”. Sin embargo, el responsable de la tecnológica murciana, ha asegurado que el mayor desafío que presenta el Kit Digital para las pymes es “la adopción de una cultura digital por todos los componentes de la empresa”.
Además, López-Briones ha recordado la importancia de “determinar bien, junto al agente digitalizador, dónde invertir el bono digital para sacarle el máximo rendimiento”. El directivo también ha aconsejado “evitar diversificar el bono en distintas categorías sin estar seguros de la solución”.
Por último, desde la compañía han subrayado la importancia de definir bien los objetivos y procurar que la herramienta elegida cubra las necesidades. En el caso de que el bono digital no cubra los gastos de dicha solución “las empresas deberían revisar otra más económica o abonar la diferencia para evitar el riesgo de acabar en desuso”.