Apenas 500 millones de euros se han consumido del Kit Digital. Una cifra, tremendamente escueta, que sirve a Melchor Sanz, CTO de HP, para articular el poco éxito que ha tenido hasta el momento la iniciativa para ayudar a las pymes y a los autónomos a dar el salto a su transformación digital. “No se les ha ayudado a adquirir las herramientas necesarias para acceder al mundo digital que exigen”, valora. Unas herramientas que, insiste, deben incluir al dispositivo. “Se ha obviado que para acceder a cualquier entorno digital hace falta un dispositivo de acceso”.
Una exigencia que se hace absolutamente obligatoria en la tercera y última fase del Kit Digital, que arrancó el pasado mes de octubre, dirigida a empresas de entre 0 y 2 empleados, y en la que se siguió excluyendo al hardware. “Muchos no tienen un dispositivo”, recuerda. “Por tanto, difícilmente podrán aprovechar las ayudas que les permiten mejorar su posicionamiento online, desarrollar un marketplace o desplegar herramientas de business intelligence o data analytics si no cuentan con la herramienta tecnológica básica que le permite desempeñar su trabajo en los entornos online”.
Sanz recuerda el objetivo, esencial, del Kit Digital: garantizar la madurez digital de nuestro tejido empresarial. Y, ante los escasos resultados obtenidos en los primeros meses de recorrido, insiste que en que su diseño no es el adecuado, sobre todo para las micropymes y los autónomos; sector clave para España ya que genera el 80 % del PIB, sumando alrededor de 2,7 millones de empresas. A su juicio, debería incluirse el hardware como parte de la solución. “Además hay que simplificar el proceso y ayudar realmente a estas empresas en su proceso de digitalización”.