Adaptar la rentabilidad a medidas para fomentar la conciliación, desarrollar un marco normativo para la realidad de una economía centrada en pymes o reducir la temporalidad, tanto en organizaciones privadas como públicas, son algunos de los grandes retos del actual mercado laboral en España y a los que se enfrentará el nuevo Gobierno en los próximos cuatro años.
Además, el sector se encuentra en pleno debate sobre la firma de un pacto programático de Gobierno que incluye la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas sin rebaja salarial, la semana laboral de cuatro días o la regulación del despido.
Muchos frentes abiertos y grandes incógnitas que resolver para los que desde Hays apuestan por el diálogo entre el Ejecutivo y empresas. Un diálogo para el que se necesita escucha y entendimiento mutuos con el fin de encontrar las mejores soluciones que se adapten a la realidad del país sin poner en entredicho la seguridad de los profesionales.
“Las propuestas más discutidas son la semana laboral de cuatro días o la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, a cuya aplicación las empresas se muestran más reticentes debido a que no ven claro que estas medidas no influyan en la rentabilidad de sus negocios”, ha comentado Christopher Dottie, director regional del sur de Europa de Hays.
Las claves
Para entender el mercado laboral español hay que tener en cuenta cuatro claves esenciales. Primero, se trata de una economía fundamentada en pymes. Por lo que es imprescindible disponer de ayudas concretas, así como diseñar y desarrollar marcos normativos, que tengan en cuenta esta realidad económica y laboral articulada entorno a una gran mayoría de pequeños y medianos empresarios que, además, compiten a nivel internacional.
El segundo aspecto clave son las contradicciones, posibilidades y desafíos de la temporalidad. La excesiva precariedad laboral ha sido uno de los problemas que más ha lastrado el escenario laboral español. Problemática que la última Reforma Laboral ha buscado combatir y que por el momento ha conseguido reducir en un 14 % la temporalidad en las empresas privadas. Sin embargo, en las instituciones públicas es del 39 %.
Los expertos de Hays también afirma que el modelo contractual que se deriva de la reforma resulta excesivamente binario y no contempla todos esos ámbitos de actividad que se basan en flujos estacionales de trabajo y del que se benefician, principalmente, jóvenes que compaginan el empleo con el estudio o familias en las que uno de los miembros recurre a un empleo parcial para poder dedicar tiempo a sus hijos.
El doble rasero de la conciliación y los cambios generacionales o de paradigma son los otros dos puntos clave que definen el marco laboral español. En cuanto a la conciliación, aspecto cada vez más valorado por los trabajadores junto con un buen salario y el propósito empresarial, la medida más popular para facilitar este punto es el teletrabajo. Pero, en muchos casos, los empleados carecen de un espacio idóneo para realizar su trabajo.
Sobre el cambio generación, que inevitablemente conlleva un cambio de paradigma, Dottie considera como “principal problema estructural de nuestro entorno” que los jóvenes únicamente representen el 14 % del mercado laboral español. El experto cree que hay que “convencer a las empresas de que los contraten sin que sea a través de becas ya que los jóvenes también pueden aportar valor y que, como todas las personas, tienen necesidades”.