La inteligencia artificial se ha consolidado como la tecnología más atractiva para los líderes empresariales españoles, según revela el último International Business Report (IBR) de Grant Thornton. De los directivos que planean destinar recursos a nuevas tecnologías, un 61 % asegura que apostará por herramientas basadas en IA, una cifra que se sitúa muy cerca de la media europea, que alcanza el 64 %. Este dato refleja el impacto cada vez más palpable que la inteligencia artificial está teniendo en la operativa de las empresas medianas del país.
Además de la IA, la ciberseguridad se presenta como otra prioridad clave para los directivos españoles. Cerca de la mitad de los empresarios reconoce que invertirá en soluciones tecnológicas para proteger sus negocios, una decisión que responde al creciente aumento de las ciberamenazas a nivel global y a la necesidad de reforzar la protección frente a estos riesgos.
El informe también pone de manifiesto el creciente interés por el talento y las habilidades del capital humano. Casi un 50 % de los directivos nacionales prevé invertir en formación y desarrollo de competencias durante el próximo año, en un contexto en el que la preocupación por la escasez de personal cualificado se mantiene elevada, situándose en torno al 45-50 % entre los empresarios españoles.
Esta apuesta por la capacitación responde a un entorno empresarial cada vez más complejo, donde la tecnología avanza a gran velocidad y exige profesionales con conocimientos especializados y adaptabilidad. Para las medianas empresas españolas, contar con talento cualificado se convierte en un factor diferencial para mantener la competitividad y afrontar con éxito los retos que plantea la transformación digital.
Por otro lado, la creciente inversión en inteligencia artificial y ciberseguridad no solo refleja una tendencia tecnológica, sino también una respuesta estratégica a un contexto global marcado por la incertidumbre y los riesgos digitales. Las empresas buscan no solo optimizar sus procesos y mejorar su eficiencia, sino también proteger sus activos y datos frente a posibles amenazas, consolidando así un ecosistema empresarial más seguro y resiliente.