El Comité Ejecutivo extraordinario de la CEOE ha acordado proponer una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 1,5 % para 2026, lo que situaría el mínimo en 16.824 euros brutos anuales, equivalentes a 1.202 euros al mes en 14 pagas. La organización empresarial subraya que esta revalorización está alineada con el aumento previsto para los empleados públicos y con los objetivos de la Directiva Europea de Salarios Mínimos.
La propuesta se basa en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que muestran que el SMI ya supera el 60 % del salario medio neto que el Ministerio de Trabajo utiliza como criterio de determinación. CEOE y CEPYME argumentan que esta estadística refleja mejor la realidad del mercado laboral, ya que incluye sectores intensivos en mano de obra como la agricultura, ganadería, pesca y servicio doméstico, donde se concentran muchos de los salarios mínimos y que la Encuesta de Estructura Salarial (EES) deja fuera, generando una sobredimensión del SMI.
Según estos cálculos, tomando la EPA como referencia, el SMI en 2025 sería de 15.760 euros brutos anuales, es decir, 816 euros menos que la cifra oficial, lo que supone un 4,9 % de diferencia. Esto indica que, si se aplicara estrictamente la metodología del Ministerio de Trabajo, no sería necesaria ninguna subida para 2026. Sin embargo, la CEOE ha decidido proponer el aumento del 1,5 % por criterios de equidad social y alineación con la normativa europea.
El comité señala que la revalorización está condicionada al cumplimiento de las reglas de absorción y compensación del Estatuto de los Trabajadores, respetando así la negociación colectiva. Entre los objetivos de la subida se incluyen fomentar la negociación colectiva, garantizar un nivel de vida digno, reducir la pobreza entre los ocupados, mejorar la cohesión social y avanzar en la reducción de la brecha salarial de género.
Para las pymes, el impacto de esta subida se espera limitado, según CEOE, dado que la subida es moderada y su aplicación está sujeta a los mecanismos de absorción y compensación salarial existentes. No obstante, la medida pone sobre la mesa la importancia de mantener la competitividad de las empresas mientras se avanza en objetivos sociales y de equidad en el mercado laboral.






