Un informe de Sage revela una desconexión preocupante entre la aspiración de las pymes por operar de manera sostenible y la realidad de las barreras que enfrentan. A pesar de que el 86 % de estas empresas considera la sostenibilidad como un pilar fundamental, muchas se topan con obstáculos como la complejidad de los requisitos de informes de sostenibilidad, la falta de acceso a asesoramiento especializado y la escasez de productos financieros diseñados específicamente para proyectos verdes. Estas dificultades, sumadas al impacto directo del cambio climático, que afecta al 70 % de las pymes a través de interrupciones en la cadena de suministro y pérdidas de productividad, subrayan la urgencia de abordar esta brecha y facilitar la transición hacia modelos de negocio más sostenibles.
España lidera la integración de planes para reducir el impacto medioambiental de los pequeños y medianos negocios, ya que el 73 % de las pymes españolas cuenta con una política de sostenibilidad, muy por encima del 61 % a nivel mundial. Además de eso, más de la mitad (59 %) está adoptando fuentes de energía renovables, y el 73 % cuenta actualmente con un sistema de elaboración de informes de sostenibilidad.
Asimismo, el conocimiento sobre el cambio climático es notable entre las empresas españolas, especialmente entre las pymes, donde el 80% afirma tener un alto o muy alto nivel de comprensión del tema. Este conocimiento profundo se traduce en un compromiso significativo con la sostenibilidad, ya que el 77 % de las empresas la considera un factor clave para sus operaciones.
El compromiso de las pymes españolas con la sostenibilidad es evidente, con el 68 % planeando reducir su impacto ambiental. No obstante, el camino hacia una economía más verde se ve obstaculizado por la complejidad de los informes de sostenibilidad, que el 78 % de las empresas considera excesiva. A pesar de este desafío, las pymes reconocen los beneficios de la sostenibilidad, como la atracción de clientes y la mejora de la imagen ante inversores, lo que las motiva a seguir avanzando en esta dirección.
Con el apoyo adecuado y procesos de elaboración de informes simplificados, las pymes podrían desbloquear una oportunidad de financiación verde de 789.000 millones de dólares a nivel mundial. La “financiación verde” implica financiar los esfuerzos de sostenibilidad de las pymes a través de préstamos vinculados a la sostenibilidad, bonos verdes y líneas de crédito especializadas para equipos de eficiencia energética o proyectos de energías renovables.
Los criterios ESG y climáticos son fundamentales para las instituciones financieras, pero la falta de datos precisos sobre emisiones limita el acceso de las pymes a la financiación verde. Aunque el 73 % de los bancos desean ofrecer estos productos, solo el 2,8 % de las pymes a nivel mundial han solicitado financiación verde. Esto se debe a la complejidad de los procesos de solicitud y a la exigencia de informes detallados, a pesar de que más del 75 % de las instituciones públicas y el 60 % de las privadas ya integran los criterios ESG en sus decisiones de inversión.
La financiación verde ha demostrado ser una herramienta clave para las pymes españolas en su transición hacia modelos de negocio más sostenibles. El 84 % de las empresas españolas considera que esta financiación es crucial, y un 36 % ha logrado acceder a ella, posicionando a España como un referente en este ámbito.