La gestión del circulante se ha convertido en uno de los principales desafíos para las pymes españolas. En un contexto de costes crecientes, márgenes ajustados y plazos de cobro cada vez más largos, mantener un flujo de caja equilibrado es esencial para garantizar la continuidad y el crecimiento de las empresas. Sin embargo, muchos negocios pequeños y medianos siguen cometiendo errores estructurales que comprometen su estabilidad financiera.
Según SEGO Factoring, la línea de financiación de SEGOFINANCE especializada en adelanto de facturas, estos fallos “pueden parecer pequeños, pero acumulados son capaces de frenar el crecimiento de una empresa o incluso poner en riesgo su viabilidad”. Nicolás Coblenzer, gestor de operaciones en SEGO Factoring, identifica los errores más habituales: confundir liquidez con rentabilidad, aceptar plazos de cobro excesivos, gestionar mal el inventario, depender exclusivamente de la banca tradicional y no prever los flujos de caja.
Priorizar proyectos que generan beneficios solo en el papel, aceptar pagos a 60, 90 o 120 días, o mantener inventarios desajustados son prácticas que tensionan la tesorería de las pymes. Además, limitarse a líneas de crédito bancarias puede resultar arriesgado, sobre todo en periodos de restricción financiera, mientras que la falta de planificación impide anticipar necesidades y reaccionar con rapidez ante imprevistos.
Para evitar estos problemas, el factoring se presenta como una herramienta clave. Esta modalidad permite transformar facturas pendientes en liquidez inmediata sin aumentar el endeudamiento, facilitando el equilibrio del capital de trabajo y reduciendo la presión derivada de plazos de cobro prolongados. Junto a ello, la planificación financiera activa, la negociación estratégica con clientes y proveedores, y la gestión de inventarios apoyada en tecnología contribuyen a mejorar la salud financiera de las pymes.
“Una pyme que cuida su circulante es una pyme preparada para crecer, competir y resistir en cualquier entorno económico”, subraya Nicolás Coblenzer. Adoptar estas estrategias no solo protege la viabilidad de los negocios, sino que también les permite aprovechar oportunidades de expansión y mejorar su competitividad en el mercado.






