La dirección IP es un identificador único que permite a los dispositivos comunicarse en Internet. Aunque es esencial para el funcionamiento de la red, también puede ser utilizada por ciberdelincuentes para rastrear nuestra actividad online, utilizando esta información para identificar nuestra ubicación y llevar a cabo ataques dirigidos. Afortunadamente, existen medidas sencillas que podemos tomar para proteger nuestra privacidad online.
Explica Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España, que cada vez que nos conectamos a Internet dejamos un rastro digital único que puede ser utilizado para rastrearnos, y que nuestra dirección IP es una de las piezas clave de este rompecabezas. Aunque es esencial para la seguridad online, también puede ser explotada por cibercriminales. “Por eso, es fundamental conocer los riesgos a los que nos exponemos y desplegar las medidas de seguridad necesarias para protegerla y proteger nuestra privacidad», afirma Josep Albors.
Capturadores de IP
Un capturador de IP es una herramienta que registra tu dirección IP cuando haces clic en un enlace. Esta información puede ser utilizada para geolocalizar al usuario y construir un perfil de navegación, lo que facilita ataques de ingeniería social como el phishing.
Otra forma de ataque común son los ataques de denegación de servicio (DDoS), donde, al obtener la dirección IP, el atacante sobrecarga con multiples peticiones de conexión al sistema de la víctima, saturándolo y dejándolo inaccesible.
Para poder protegerte contra estas estos posibles riesgos y mantener una presencia digital segura, ESET propone una serie de medidas básicas, como evitar hacer clic en enlaces desconocidos; utilizar una VPN, o red privada virtual para ocultar tu dirección IP real; asegura que el firewall esté bien configurado; mantén el software actualizado y mantente informado sobre las últimas tácticas utilizadas por los ciberdelincuentes y las mejores prácticas para protegerte.