Google ya no eliminará las cookies de terceros de su navegador Chrome, con el consiguiente alivio por parte de anunciantes y editores, que dependen en gran parte de las mismas para la publicidad dirigida. Entre sus argumentos figuraba que la eliminación de las cookies sin una alternativa viable perturbaría sus modelos de negocio y provocaría importantes pérdidas de ingresos. Sin embargo, Chris Koehler, chief marketing officer en Twilio, señala que este anuncio no cambia mucho para los profesionales del marketing que se han ido preparando para un mundo en el que no habría que depender de rastreadores de terceros, ya que la industria ha comenzado a adaptarse a un mundo que exige experiencias personalizadas, equilibradas con la privacidad. “La industria ha reconocido la necesidad de un enfoque más ético y sostenible para la personalización, y eso significa invertir en estrategias de datos propios”. Y es que, tal y como recuerdan desde Twilo, el éxito del marketing digital moderno depende de campañas de marketing y publicidad altamente personalizadas y precisas. ¿Qué tendencias se presentan en este sentido? La privacidad de unos consumidores que desconfían del uso de sus datos personales, por lo que están optando por no participar en el seguimiento de cookies de terceros a través de bloqueadores de anuncios y funciones, como la transparencia de seguimiento de aplicaciones de Apple.
Una eficacia que no ha sido por parte de las cookies de terceros, sin un retorno de la inversión claro, mientras las estrategias de datos propios han generado un ROI mucho mayor. Todo ello junto a un panorama de navegadores en evolución, ya que hay navegadores como Safari que elimina las cookies de terceros, la industria se ha adaptado y ha encontrado éxito en entornos que priorizan la privacidad.
Por todo ello, Koehler considera que “el anuncio de Google debería servir como una llamada de atención para la industria. En lugar de depender de soluciones temporales, las empresas deben desarrollar estrategias de publicidad digital que den prioridad tanto a la privacidad como a la eficacia, independientemente de la evolución del panorama de las cookies”. “Las empresas que prioricen la construcción de relaciones directas con sus clientes a través de estrategias de datos propios estarán mejor posicionadas para prosperar en un futuro sin cookies”, argumenta.