La incertidumbre económica y los conflictos geopolíticos comienzan a impactar de lleno en las expectativas de las empresas de tamaño medio españolas. Según la última edición del International Business Report (IBR) de Grant Thornton, el porcentaje de empresas medianas que confía en aumentar su facturación internacional en el próximo año ha caído 10 puntos, hasta el 42 %. Se trata del nivel más bajo registrado desde 2023.
Este descenso en las previsiones refleja el clima de creciente inquietud entre los directivos españoles, que se enfrentan a un entorno internacional marcado por la guerra comercial, las tensiones entre Irán e Israel, y el temor a disrupciones en puntos claves para el comercio mundial como el estrecho de Ormuz.
El informe, basado en más de 400 encuestas a empresas de entre 50 y 3.000 empleados en España. también revela un cierto estancamiento general en las expectativas de negocio. Aunque el 57 % de los empresarios nacionales aún prevé aumentar sus ingresos en los próximos doce meses, este porcentaje acumula ya cuatro trimestres consecutivos a la baja. Un comportamiento similar se observa en la rentabilidad: el 51 % confía en mejorarla, ocho puntos menos que hace un año.
Un entorno internacional menos favorable
A escala global, las preocupaciones empresariales se intensifican. Un 60 % de los empresarios encuestados considera que la incertidumbre económica es ya una barrera real al crecimiento, cinco puntos más que en el trimestre anterior. Además, el 53 % teme el impacto de los conflictos geopolíticos en su negocio.
En España, casi la mitad de los directivos comparte esta inquietud, lo que se ha traducido en una menor confianza para ampliar plantillas. Tras un repunte en el primer trimestre, el porcentaje de empresas que prevé contratar ha descendido hasta el 43 %. Aunque en mayo se sumaron 196.000 nuevos cotizantes a la Seguridad Social, se trata del dato más débil para ese mes desde 2013, lo que refuerza la idea de una posible ralentización en la creación de empleo.
Otro de los focos de preocupación es la escasez de pedidos: el 40 % de los empresarios españoles expresa inquietud por la debilidad de la demanda, frente al 50 % de media global. No obstante, en el caso específico de las empresas medianas nacionales, la preocupación se reduce al 37 %, lo que sugiere que muchos consideran que esta situación podría ser coyuntural.
Curiosamente, el optimismo sobre la economía española ha repuntado. Tras la caída sufrida en el primer trimestre, el 67 % de los empresarios encuestados espera una mejora de la economía nacional en el próximo año. En comparación, solo el 59 % de los ejecutivos europeos muestra la misma confianza en la evolución de la economía de la UE.
La digitalización sigue siendo una prioridad
Pese a las tensiones internacionales, la mediana empresa española mantiene su apuesta por la transformación digital. El 61 % de los directivos tiene previsto invertir en tecnología en los próximos meses, un dato en línea con los niveles de 2024. Además, el 53 % planea destinar recursos a proyectos de I+D+i, lo que confirma la voluntad del sector por innovar y mantener su competitividad.
Para Ramón Galcerán, presidente de Grant Thornton en España, “el complejo contexto internacional supone un desafío para las empresas españolas. Es por ello por lo que nuestra recomendación para las empresas de tamaño medio es que se adelanten y cuenten con una estrategia sólida para afrontar de forma efectiva posibles disrupciones internacionales”.