La inteligencia artificial se ha convertido en un fenómeno del que todo el mundo habla, si bien, tal y como certifica la firma de ciberseguridad Kaspersky, la mayor parte de los directivos españoles no sabe cómo funciona ni las ventajas que presenta la inteligencia artificial generativa. A pesar de esto el 46 % de los mismos planea utilizar estos sistemas en sus empresas.
El 95 % de los directivos encuestados por Kaspersky en nuestro país estudia cómo maximizar el valor de esta tecnología y un 69 % es consciente de que necesita entender cómo funciona y saber dónde van los datos cuando se utilizan este tipo de sistemas, según el estudio ‘Kaspersky Gen AI Business Infiltration’,elaborado mediante una encuesta entre casi 2.000 altos directivos de Europa, algunos de ellos en España.
Interesante el dato de que aunque están preocupados por el uso de la información confidencial, la mitad de los ejecutivos encuestados planea automatizar tareas diarias de los empleados y un 43 % de los mismos estudia integrarlo en sus propias rutinas. De hecho, el impulso de la GenAI se produce en este momento por la preocupación por mejora las habilidades y empoderar a los empleados cuando estos no están capacitados. En este sentido los altos directivos españoles consideran que los departamentos de TI, el área de marketing y administración están mejorando la productividad a través de esta tecnología.
Otro aspecto a tener en cuenta respecto al uso de la inteligencia artificial en el ámbito laboral es la privacidad de los datos empresariales. De hecho, el 25 % de quienes usan Chat GPT en el trabajo no sabe lo que pasa con los datos que introduce en la herramienta, según otro estudio elaborado por Kaspersky entre los usuarios empresariales de GenIA de nuestro país. En este sentido, la concienciación y regulación por parte de las empresas se vuelve crucial para mantener segura la información, pero el 45,5 % de las organizaciones no tiene ninguna normativa interna relativa al uso de Chat GPT, según los empleados encuestados. Un 19 % afirma que sí hay normas, pero no suficientemente claras; un 7 % señala que las normas son claras, pero no se cumplen; y solo en un 27 % son claras y, además, se cumplen.
En el lado opuesto encontramos a los más reticentes que argumentan factores como el precio, el incierto retorno de la inversión o la necesidad de mejorar la capacitación de los equipos a la hora de tomar la decisión de implantarla en sus compañías. Y entre los que muestran un mayor escepticismo por esta tecnología y su futuro un 44 % establece paralelismos con tecnologías de corta duración como Threads, de Meta y consideran que la GenIA es otra moda pasajera.