En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio, cobra relevancia analizar cómo distintas áreas de las organizaciones pueden contribuir a reducir su huella ambiental. Más allá de las acciones tradicionalmente asociadas a la sostenibilidad, como el reciclaje, el uso de energías renovables o la eliminación de materiales de un solo uso, hay otros ámbitos menos visibles pero igual de importantes, como las comunicaciones internas.
La adopción de soluciones de Comunicaciones Unificadas como Servicio (UCaaS) ha crecido en los últimos años, no solo por sus beneficios operativos, sino también por su potencial para apoyar los objetivos de sostenibilidad corporativa. Estas plataformas integran en un único entorno digital herramientas como llamadas, videoconferencias, mensajería y colaboración, lo que permite optimizar recursos, reducir el uso de hardware y minimizar desplazamientos.
Uno de los impactos más evidentes está en la promoción del trabajo remoto e híbrido. Según un estudio de la Universidad de Cornell, los empleados que trabajan exclusivamente desde casa pueden reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 54 %, mientras que aquellos que adoptan modelos híbridos pueden lograr reducciones de entre un 11 % y un 29 %, dependiendo del número de días que teletrabajan. Las comunicaciones unificadas facilitan esta transición, haciendo posible una colaboración eficiente sin necesidad de presencia física constante.
Además, al centralizar la comunicación en una sola plataforma, las empresas pueden reducir significativamente la cantidad de dispositivos, software y licencias necesarias, lo que disminuye el consumo energético y los residuos tecnológicos. También se reducen los costes y el uso de recursos naturales al minimizar la impresión de documentos, gracias a la digitalización de procesos.
La sostenibilidad también pasa por elegir proveedores comprometidos. Muchas soluciones UCaaS se basan en infraestructuras en la nube, cuyo impacto ambiental depende en gran medida de la eficiencia energética de los centros de datos que las alojan y del tipo de energía que utilizan. Optar por socios tecnológicos que prioricen el uso de energías renovables y prácticas responsables puede marcar una diferencia sustancial en la huella ambiental de una empresa.
Empresas tecnológicas como Wildix, por ejemplo, han implementado políticas de trabajo remoto y desarrollado soluciones UCaaS que no solo aumentan la productividad, sino que también contribuyen a una gestión más sostenible. A través de estas iniciativas, algunas compañías han logrado reducir millones de kilos de emisiones de CO2 y racionalizar el uso de dispositivos y recursos IT.