Las pymes españolas solicitan mayores préstamos a través del crowdlending, (un modelo de financiación que incluye a varios inversores, sin tener que recurrir a una entidad financiera tradicional), que sus homólogas francesas o italianas, por poner algún ejemplo. Así lo afirma la plataforma de préstamos a empresas Lendix, quien destaca que el montante solicitado por nuestras pymes gira alrededor de los 541.552 euros, frente a los 415.939 euros de Francia o los 492.517 euros de Italia. Otra peculiaridad la presentan a la hora de devolver el dinero solicitado, ya que lo hacen de una manera más rápida que los franceses: 45 meses en el caso español,frente a los 50 meses de media en el país vecino.
Las pequeñas y medianas empresas españolas de los tres países han recurrido a este modelo para sacar adelante adquisiciones de sociedades, MBOs, procesos de internacionalización, campañas de marketing, compras de material y vehículos, así como a la financiación al lado de un sindicado bancario.
En cuanto a la calificación de los proyectos empresariales que se financian a través del crowdlending, tanto en España como Francia e Italia son considerados en su mayoría de riesgo moderado, con tipos de interés de entre un 4 % y un 6,75 %.
Profundizando en nuestro país, por regiones, las empresas del norte, este y levante son las que presentan necesidades financieras superiores. Lendix destaca que las empresas valencianas pidieron prestado de media 1,1 millón de euros para dinamizar sus negocios a través de la modalidad del crowdlending, muy por encima de las catalanas, cuya media fue de 780 mil euros, las navarras con 625 mil euros y las de Baleares con 550 mil euros. Por el contrario, la media solicitada por las empresas madrileñas fue de 480 mil euros, en Castilla La Mancha 355 mil euros y en Islas Canarias 120 mil euros.
Todo ello, según Grégoire de Lestapis, CEO de Lendix España, demuestra que “la evolución del crowdlending en nuestro país está siendo muy positiva. Antes de la aprobación de la Ley de Financiación Alternativa, solo las empresas que facturaban por encima de los 40 millones de euros tenían acceso a los mercados de capitales. Había un vacío para las empresas que facturan de entre 1 y 30 millones de euros, que las empujaba a recurrir a los bancos. En cambio, ahora pueden diversificar sus fuentes de financiación más allá del sistema bancario tradicional y gracias crowdlending”.