El estudio “El camino hacia el crecimiento: Tender puentes sobre la brecha de las pymes en materia de información y sostenibilidad”, llevado a cabo por Sage, en colaboración con ICC, PwC, UK y Strand Partners, constata que, aunque las pymes a nivel mundial quieren avanzar en su camino hacia la sostenibilidad, a menudo no saben cómo medir e informar sobre su rendimiento, lo que les impide ser sostenibles en la medida en la que les gustaría. Según el informe, tan solo el 8 % miden e informan sobre su impacto ambiental. ¿Los mayores obstáculos? Los costes iniciales y la complejidad del sistema de información.
Las más de 1.000 pymes españolas encuestadas aseguran que están llevando a cabo sus deberes en este sentido. Un 30 % reconoce haber avanzado en gran medida en la medición de su impacto medioambiental, aunque consideran que tienen que seguir mejorando. Tan sólo un 18 % se siente satisfecha por el sistema de medición. En este sentido consideran que las normas de información medioambiental son difíciles de entender y si pudieran simplificarse, dos de cada tres pymes españolas estarían dispuestas a participar en la elaboración de informes medioambientales.
Nuestras pymes sienten la presión en materia de sostenibilidad por parte de sus clientes, proveedores y gobiernos locales o regionales, al tiempo que señalan que los incentivos que les ayudaría en esta lucha serían las subvenciones o préstamos, la asistencia técnica mediante software o formación o los incentivos fiscales.
Por ello, las empresas que han llevado a cabo el informe recomiendan establecer una coherencia en la terminología para que las pymes puedan comprender y responder a las solicitudes de información más fluidamente. Trabajar con los gobiernos para evaluar y aumentar la interoperabilidad de las normas emergentes de las pymes con las principales normas del mercado y proporcionar información sencilla que facilite la presentación de informes para las pymes.
Por otro lado construir una infraestructura de datos para apoyar a las pymes y avanzar hacia la precisión y transparencia de los informes, como el desarrollo de herramientas compartidas y repositorios de datos o promover el uso de tecnologías digitales asequibles y automatizadas para la elaboración de informes de sostenibilidad que aligeren la carga de las empresas, por poner algunos ejemplos.