El emprendimiento en España sigue teniendo rostro de pequeña empresa. Así lo refleja el Informe Emprende 2025, elaborado por Holded, que ofrece una radiografía completa del ecosistema emprendedor nacional. El estudio analiza desde la estructura empresarial, dominada por pymes y microempresas, hasta el perfil y las motivaciones de los emprendedores, además de las claves que determinan la supervivencia de los negocios y los retos que plantea la digitalización.
Según el informe, las pymes representan el 99,8 % del total de las empresas españolas, generan el 72 % del empleo privado y aportan el 65 % del PIB nacional. La gran mayoría de este tejido está compuesto por microempresas, lo que evidencia el peso decisivo que tienen las pequeñas unidades de negocio en la economía del país y en la creación de empleo.
El perfil del emprendedor español también está evolucionando. El emprendedor tipo es un hombre de entre 31 y 43 años, aunque sus objetivos varían con la edad. Mientras que los jóvenes emprendedores tienden a buscar impacto social y sostenibilidad, los de mayor edad priorizan la autonomía profesional y la estabilidad financiera. Este cambio generacional en las motivaciones refleja un ecosistema cada vez más diverso en valores y propósitos empresariales.
El informe identifica tres claves esenciales para la supervivencia empresarial: la digitalización, la internacionalización y la innovación continua. Según Holded, apostar por estos factores puede duplicar las probabilidades de supervivencia de una pyme a cinco años. Sin embargo, advierte de que aún existe una amplia brecha de innovación, especialmente entre las microempresas, que siguen enfrentando mayores dificultades para acceder a recursos tecnológicos y financieros.
En materia de digitalización, el avance es prácticamente universal: el 96 % de los emprendedores utiliza herramientas digitales en su día a día. No obstante, su impacto es desigual. El estudio señala que los beneficios en productividad y ahorro de tiempo son mucho más significativos en las empresas de mayor tamaño, mientras que las más pequeñas aún no logran capitalizar plenamente el potencial de la transformación digital.







