A pesar de la lucha de Europa por acabar con los paraísos fiscales, los mismos siguen existiendo. Al menos cuatro son los detectados por la Comisión Europea en “el viejo continente”: Andorra, Mónaco, Liechtenstein y la isla de Guernsey, en el canal de la Mancha, territorio dependiente de Reino Unido.
Más allá de nuestras fronteras una larga lista entre los que se encuentran Brunei, Hong Kong y Maldivas en Asia; Liberia, Mauricio y Seychelles en África; las islas Cook, Nauru, Niue, las islas Marshall y Vanuatu en Oceanía; y Anguila, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belize, Bermuda, las islas vírgenes Británicas, las islas Caimán, Granada, Montserrat, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, las islas Turcas y Caicos y las islas vírgenes de EEUU en el continente americano.