El aumento del 18,1 % en los costes laborales de las pymes desde 2019 está poniendo en jaque la supervivencia de muchas de ellas. Así lo asegura CEPYME que destaca que la caída de la productividad y la reducción de la rentabilidad en un 12 % respecto a 2019 dibujan un escenario preocupante. Si bien la moderación de la inflación ha aliviado en parte la situación, los costes laborales siguen siendo una presión constante.
Las causas de este incremento son múltiples, desde el aumento del salario mínimo hasta la escasez de talento en determinados sectores. A su vez, la inflación general y los costes energéticos han ejercido una presión adicional sobre los márgenes de las pymes.
Para hacer frente a esta situación, es necesario adoptar medidas urgentes como ayudas directas, flexibilización laboral, inversión en formación y apoyo a la digitalización. Además, sería conveniente comparar nuestra situación con otros países para identificar buenas prácticas.
La supervivencia y el crecimiento de las pymes son fundamentales para la economía española. Por ello, es crucial actuar de manera coordinada y decidida para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Ante esta situación, CEPYME reclama una moderación de los costes laborales, al tiempo que alerta especialmente sobre la situación de las microempresas, las más sensibles ante medidas que afectan a los salarios, la contratación o la jornada. “El número de microempresas se reduce un 1,9 % desde 2019 y el empleo está congelado en este segmento, que supone el 85 % del parque empresarial con asalariados, lo que constata una recuperación desigual según el tamaño de las compañías, en detrimento de las más pequeñas”, destaca el organismo en un comunicado en el que también reitera “la necesidad de pensar en las pymes a la hora de adoptar medidas económicas y procurar que éstas alienten la ganancia de tamaño empresarial, especialmente antes de adoptar decisiones referentes a variaciones en el tiempo de trabajo o el salario mínimo interprofesional (SMI), así como a continuar con los aumentos de las cotizaciones sociales, que en enero de 2025 volverán a incrementarse tanto sus bases como sus tipos”.
Además, el incremento sostenido de los costes generales, especialmente en las pymes, está socavando su competitividad y rentabilidad. CEPYME señala que la subida acumulada del 24,1 % desde la prepandemia, con incrementos especialmente pronunciados en insumos (36,7 %) y energía (68,5 %), está poniendo a prueba la capacidad de adaptación de muchas empresas. A pesar de la moderación observada en el tercer trimestre, la tendencia alcista de los costes laborales, particularmente en las empresas de menor tamaño, plantea un desafío adicional. Este escenario compromete la capacidad de inversión, innovación y, en última instancia, la supervivencia de muchas empresas de menor tamaño.