Las empresas tienen que afrontar varios retos en este momento: la transformación digital es una realidad que hay que llevar a cabo, teniendo que aprender a gestionar al mismo tiempo el talento, sobre todo con la incorporación de los millenials. Compañías que tienen su cordón umbilical con la empresa tradicional pero deben apostar por un cambio que tienen que enarbolar los buenos líderes. Personas cuyo reto reside en cómo manejen esta incertidumbre y complejidad. Estas son algunas de las conclusiones extraídas en Expocoaching 2016, celebrado en Madrid.
Uno de los elementos fundamentales pasan por entrenar la comunicación si se desea tener una alta rentabilidad, porque con ella estaremos entrenando la efectividad, la eficiencia… “Podríamos compararlo con el efecto levadura”, afirma Susana de los Reyes, socia y directora de formación de Goose Talent, “ya que hace que el resto de competencias adquieran un mayor valor”. Y es que, tal y como apunta, la comunicación es la competencia más adquirida en el mundo empresarial. ¿Cuál es el objetivo principal del líder en cuanto a la comunicación? Influir, responde. Aunque otros aspectos clave de la misma pasan por comunicar para ser atendido, conectar para adquirir notoriedad o convencer para conseguir prestigio o reputación, por poner algunos ejemplos.
Pero un discurso para ser creíble tiene que tener un para qué, prosigue Susana de los Reyes. Tiene que tener una emoción al transmitirlo y en esta emoción tienen que estar conectadas la emoción de las palabras con la emoción que el emisor expresa, ya que advierte que cuando el objetivo, la emoción y las palabras no están conectados, se produce un impacto que no es el que esperamos.
Y, aunque todos los líderes influyen, la experta se pregunta si todos lo hacen como quieren. Una de las claves para lograrlo es poner el foco en la oratoria, aconseja, y dar la explicación más clara, sencilla y breve. También se puede liderar a través de la empatía, confirma, pero para ello se tienen que comprender las razones, las peticiones, los objetivos del otro… La escucha es un tercer elemento de liderazgo, una escucha en la que te involucras, no enjuicias, esperas los turnos para hablar y no te distraes. Aunque recuerda que también hay que sintonizar, generar confianza, crear un clima en el que sea posible la comunicación…
Y todo ello sin olvidar la comunicación no verbal, también interpretada por nuestro cerebro. Por esta razón, Susana de los Reyes aconseja que si no quieres que algo se sepa, ni lo pienses…
La fuerza de la determinación
Los buenos líderes necesitan, además, contar con habilidades como un continuo aprendizaje, compromiso y determinación, prosigue Pilar Jericó, presidenta de la consultora Be-Up, sobre todo esta última —esa actitud que nos permite conquistar nuestros sueños—, ya que según Jericó, “es uno de los elementos más importantes en nuestro desarrollo personal y profesional”.
Pero para que la determinación despierte, hay que despertar la conexión con el deseo genuino, menciona, con lo que deseas, con lo que te hace vibrar… el problema es que esto te va a hacer conectar con el miedo, asegura. ¿La conjunción perfecta? El deseo genuino más la convicción, es decir, el trabajo, aunque reconoce que por nuestra educación, el deseo se ha visto marcado. “Hay muchas decisiones que no tomamos porque no están dentro de nuestro marco mental”, observa, “y esto nos va mermando”. “Tenemos el deseo de ser nosotros mismos y tenemos que darnos permiso para ser como queremos”, sostiene. “Esto tiene que ver con acabar situaciones que no nos gustan para empezar otras”. El ejemplo que pone hace sentirse a más de uno identificado con la situación: trabajos en los que uno se deja la piel pero luego llega a casa y se autoboicotea. Sin embargo, no cambiamos esta situación porque nos da miedo. ¿Qué hacer para salir de esto? Aumentar nuestra determinación o neutralizar el miedo, aconseja.
Esta experta en liderazgo apunta a que el mundo del “debería” es el que más daño nos hace: las denominadas “lealtades ocultas”, cuando hacemos lo que hacemos por los demás. Algo que también nos puede ayudar es tener una mentalidad de crecimiento, tomando como aprendizaje aquello que nos sucede.
En el mundo empresarial penalizan situaciones en las que te consideras un mandado y por lo tanto no utilizas tu determinación, prosigue. Cuando das más importancia a recibir solo órdenes no hay determinación, manifiesta. Por lo tanto, lo que debe hacerse es, según Pilar Jericó, identificar qué es lo que nos hace vibrar, aprender a decir que no a situaciones que no nos gustan y pensar que hasta del sufrimiento podemos beneficiarnos.
Pero para buscar la salida adecuada hay que hacer pequeñas demos para ver qué va sucediendo, a medida que vamos haciéndolo, señala. “La vida te responderá porque aunque a priori nunca sabes dónde está el éxito, la actitud experimental te ayuda”, sentencia.
También es importante seguir nuestra intuición, dice, y ser perseverante, teniendo claro lo que deseamos y yendo a por ello, definiendo estrategias que ajustaremos cuando nos encontremos ante una situación difícil para encontrar la solución adecuada. Y todo ello trabajando nuestras fortalezas para convertirlas en excelentes.
La solidaridad también es fundamental en todo este proceso, apunta, ya que cuando encontramos un para qué hacer las cosas, encontramos la fuerza.
En definitiva, concluye, “la determinación es ayudar a nuestros clientes a encontrar algo poderoso…”.
El líder como catalizador del cambio en las empresas
La forma de ejercer el liderazgo es algo que está haciendo cambiar a las empresas pero para José María Sánchez, director general de Prodware España y vicepresidente del Grupo francés Prodware, hay una gran diferencia entre el gerente de las mismas y el líder, siendo el primero el que gestiona el negocio, mientras el segundo está más relacionado con la capacitación, a lo que Amanda Palazón, directora del Instituto de Mercadotecnia y Management, añade que el líder ahora tiene que coordinar, impulsar, gestionar la diversidad. Es más, añade que las compañías que están triunfando son aquellas en las que sus líderes son transformadores. Más poético se muestra Roberto Whyte, CEO de Goose Talent Institute y del Grupo Samana, con la definición del líder: “el profesional pendiente de ganar la guerra, que no se frustra cuando pierde alguna batalla”.
¿Qué aspectos tienen que cambiar los mismos para convertirse en catalizadores del cambio? Contar con una formación continua, trabajar en las creencias, en nuevos hábitos, rompiendo paradigmas… responden Sánchez y Palazón, mientras Whyte apunta a la necesidad de potenciar el corazón del mismo, porque considera que a un líder le cuesta hablar con la empatía y puede dejarse llevar por la presión del sistema. Por ello pone en valor el corazón y las emociones, elementos con los que se puede avanzar, asegura.
En este sentido, los beneficios del coaching en las empresas son enormes, apuntan los tres ponentes. José María Sánchez resalta las posibilidades que el mismo da para conocerse más en unas organizaciones que van cada vez más rápidas. Amanda Palazón destaca la manera de trabajar, tanto a la hora de conseguir líderes que empujen al equipo como a la hora de eliminar incapacidades como el miedo que paralizan proyectos. Con el coaching esto se puede desbloquear y los proyectos tener éxito. Algo en lo que también hace hincapié Roberto Whyte, sobre todo teniendo en cuenta que en el año 2020, según la Organización Mundial de la Salud, la primera causa de baja laboral será el estrés, algo que las grandes multinacionales conocen y para lo que están implementando estructuras de coaching en sus compañías. Y es que, tal y como comenta, el coaching reduce las distancias entre quienes somos y las estrategias que desarrollamos en nuestro mundo profesional. Y todo ello sin olvidar que a través del mismo los profesionales que trabajan juntos acabarán viéndose de otra manera.
¿Por qué es conveniente hacer un cambio de cultura organizacional en las empresas? Porque hay una inercia en las mismas para que las cosas no cambien, responde Whyte. “Buscamos seguridad y no nos gusta salir de la zona de confort. Desde esa visión del rol del líder hay que mirar desde donde no miran otros y trabajar para que se produzcan los cambios organizacionales para los resultados de la empresa de mañana”.
Y sobre todo, tal y como destaca José María Sánchez, porque las organizaciones están viviendo momentos convulsos con la incorporación de los millenials, la transformación digital… todo está cambiando rápidamente pero se necesita una adaptación y todo ello se tiene que ir gestionando. El coaching puede ayudar a ello en gran medida.
Y entre los retos que las organizaciones tienen que afrontar figuran, según los tres ejecutivos, la diferencia que hay entre las compañías que tienen que ir creciendo rápidamente y las que no lo hacen o las necesidades que hay que cubrir para la gente muy talentosa, que se puede ir si no se les ofrece lo que necesitan, por poner algunos ejemplos. En definitiva, se necesitan líderes de equipos adaptativos y el coaching ayudará a estos profesionales, y al resto, a perder el miedo a tomar determinadas decisiones.
La ventaja que tienen las pymes, reconoce Roberto Whyte, es que tienen mucha movilidad. La desventaja, que a veces pierden el control y el sentido de hacia dónde van y dónde están, finaliza.