Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, (ATA), muestran preocupación por el momento económico y empresarial en el que nos encontramos. Así lo destaca Lorenzo Amor, su presidente, en un comunicado lanzado hoy a los medios de comunicación en el que destaca los malos datos del empleo de los últimos días de agosto que, en su opinión, dejan entrever “una sangría de empleos y el cierre de empresas en los próximos meses”.
Tan solo entre el 28 y el 31 de agosto se han perdido 243.000 empleos frente a los 68.000 perdidos durante el mismo periodo en 2019. El mes de agosto cierra con un total de 29.780 parados más, lo que supone, en cifras globales, 3.802.814 de parados. El número de nuevos cotizantes también preocupa: tan solo 6.822. Amor destaca que la afiliación a la Seguridad Social en el último día del mes de agosto cayó en 71.423 cotizantes frente al descenso de 2019, donde la caída de afiliación a la Seguridad Social fue de 30.728 personas.
En cuanto a los autónomos, según los datos medios de afiliación a la Seguridad Social, han crecido hasta los 402 durante el mes de agosto, aunque reconoce que “todo hace prever que los datos que conoceremos los próximos días de afiliación a último día de mes serán muchísimo peores ya que el autónomo, por norma general, se da de baja de si actividad en el último día de mes”.
Señala que en julio se activaron muchas actividades, aunque, manifiesta, “activación no es recuperación”. “La caída de actividad fue en picado, dado que se obligó a cerrar de la noche a la mañana a miles de empresas, pero la recuperación y el crecimiento no va a ser en v como algunos vaticinaron, sino que el crecimiento y recuperación será muy muy lento”, explica.
Por ello, el presidente de ATA considera que los datos de “agosto nos devuelven a la realidad tras el espejismo de junio y julio”. Augura el cierre de un gran número de empresas ante la importante situación de deterioro económico, con una pérdida de hasta un millón de empleos a lo largo de 2020. Por ello pide medidas económicas que apoyen tanto a empresas como autónomos, incentivar el consumo y la demanda y bajar impuestos. “Es el momento de bajar el IVA, tal y como se ha hecho en otros países a sectores que verdaderamente lo necesitan como la hostelería y las actividades relacionadas con el turismo”, reivindica. Al tiempo que pide ampliar las líneas ICO, “porque nuestras empresas y nuestros autónomos es ahora cuando más las van a necesitar”, recuerda. “Y hay que activar la prestación extraordinaria por cese de actividad que llegó durante el Estado de Alarma a más de 1,4 millones de autónomos y que fue un verdadero salvavidas para muchos”, finaliza.