Obviamente, no descubro nada nuevo si comienzo este artículo mencionando que la tecnología ha revolucionado nuestras vidas y está en todas partes. Sin embargo, es importante destacar uno de los múltiples retos a los que los directivos se enfrentan hoy en día: conocer cómo aprovechar y hacer un buen uso de la tecnología en sus organizaciones. Para ello, los programas Executive MBA, sin duda una de las mejores vías para una formación integral para los líderes del futuro, se acercan cada vez más a la tecnología, por dos motivos principales.
En primer lugar, estos programas integran cada vez más la tecnología dentro de sus programas y del entorno educativo. Ya no solo sirven para fomentar la movilidad de los estudiantes, evitando que todas las clases sean presenciales (algo que sin duda agradecen), sino también para llevar a cabo una extensión real del aula, aprendiendo tanto dentro como fuera de ella. Estoy convencido de que nos encaminamos a un modelo híbrido con el que, gracias a las innovaciones tecnológicas, podamos sacar el máximo provecho de ambos métodos.
Esto nos lleva directamente al segundo rol crucial que la tecnología juega dentro de los programas EMBA: el de exponer a los directivos a la misma tecnología con la que tendrán que lidiar en sus compañías. No hablamos, por supuesto, de convertirles en gurús dentro del mundo de las TI. El éxito de una organización depende siempre de contar con un nutrido grupo de líderes, con una amplia experiencia en diversos campos, entre ellos el tecnológico. Los programas EMBA no buscan convertir a los ejecutivos en expertos en este campo, pero si les ayudan a sentirse cómodos con ella, algo que sin duda es de gran ayuda para obtener una visión global de las organizaciones que dirigen.
Acercando la tecnología a los ejecutivos
Pero, ¿cómo los programas EMBA acercan la tecnología a los ejecutivos, más allá de su uso como herramienta formativa? En este caso, los business cases son fundamentales. Gracias a ellos, los profesionales conocerán cuál es la implicación que la tecnología y la innovación tienen en sus empresas y en ellos mismos, como líderes. Hay que tener en cuenta que la media de experiencia de los profesionales que se deciden a cursar un EMBA es de 14 años. Catorce años de experiencia en los que la tecnología y la innovación han tenido un hueco importante. Multipliquemos ahora esos años de bagaje por los 30 alumnos que suele haber por aula. En total, nos encontramos con un grupo con 400 años de experiencia profesional que podrá discutir, debatir y analizar el impacto que la tecnología tiene en sus compañías. Y lo que es aún más atractivo de los programas EMBA: podrán estudiar cuáles son estas implicaciones para sus negocios de una forma segura, conociendo los riesgos, beneficios y potencialidades antes de aplicarlos a sus empresas y dar “luz verde” a proyectos de este calibre.
La tecnología está en todas partes y se ha convertido en un eje fundamental para nuestras vidas. Ya que los líderes evolucionan, también lo tienen que hacer los programas EMBA y esta evolución continuará en varios frentes. Los ejecutivos pueden ser usuarios, implementadores y creadores de tecnología, sobre todo en lugares como Silicon Valley. Sin embargo, por el momento, en el resto de compañías, estas funciones las desempeñan diferentes personas. Los programas EMBA ofrecen la posibilidad de reunir en un mismo lugar a expertos de cada una de estas áreas, para que cada individuo se beneficie de su experiencia.
Michael Desiderio
Director ejecutivo del Executive MBA Council